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Tatequieto a la Inteligencia Artificial

Serán prohibidos los que incluyan manipulación cognitiva, puntuación social y reconocimiento facial en tiempo real y a distancia.

27 de marzo de 2024
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  • Tatequieto a la Inteligencia Artificial

Hace justo un año, mil expertos en Inteligencia Artificial (IA) y ejecutivos de la industria tecnológica pidieron frenar la IA por ser “una amenaza para la humanidad”. Y por fin hay una respuesta a su preocupación: Europa acaba de legislar sobre su uso en un decidido intento por evitar los problemas que pueden derivarse de ella, pero sin frenar su desarrollo, que con certeza traerá grandes servicios para todos.

En la carta abierta publicada en marzo de 2023, los firmantes aseguraban que los laboratorios que trabajan con esta tecnología están en “una carrera fuera de control para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas que nadie, ni siquiera sus creadores, pueden comprender, predecir o controlar de forma fiable”.

Ese mismo temor se tenía en el seno de la Unión Europea, y por eso desde 2021 comenzaron a debatir la redacción de una ley que encontrara el equilibrio entre el desarrollo colectivo y la seguridad y los derechos individuales. Por fin ahora el Parlamento Europeo la aprobó con 523 votos a favor, 46 en contra y 49 abstenciones. Y aunque aún queda camino en cuanto a las normas que la reglamenten, se sabe que entrará plenamente en vigor en 2026.

Esta primera Ley de Inteligencia Artificial no tiene parangón en otras partes del mundo porque logra proteger la integridad de las personas y de los Estados, y lo consigue regulando el peligro que pueda ofrecer determinada tecnología. Lo más importante es que crea unas fronteras claras, exige a la industria regularse, pero le da alas libres a la investigación.

La regulación estará basada en los riesgos, es decir, que cuanto mayor sea el riesgo, las normas serán más estrictas. Esto se va a conseguir mediante el análisis y la clasificación de los sistemas de IA en niveles. Los habrá desde sistemas de bajo riesgo hasta aquellos inaceptables y se establecerán diferentes obligaciones para proveedores y usuarios. Aquellos que sean definidos como de riesgo inaceptable serán prohibidos, como por ejemplo los que incluyan la manipulación cognitiva, la puntuación social y el reconocimiento facial en tiempo real y a distancia. El objetivo principal de lo anterior es definir de manera uniforme, tecnológicamente neutra y con un marco ético común, la IA, de manera que pueda aplicarse a futuros sistemas en muchos países dentro y fuera de Europa.

Y es que no podemos olvidar que el horizonte que abre la Inteligencia Artificial es de una amplitud extraordinaria, y sus aplicaciones prometen enormes avances en ámbitos como los de la investigación, la ciencia, la medicina, la educación, etcétera. Pero al mismo tiempo, la IA genera inquietud. Los temores van desde la preocupación por los puestos de trabajo que se puedan destruir -un informe de Goldman Sachs habla de 300 millones- hasta la posibilidad de que esta tecnología escape a la tutela de sus creadores y se convierta en una amenaza para el género humano. Y si a eso le sumamos el hecho de que su desarrollo está actualmente en manos de corporaciones privadas, guiadas a menudo por la rivalidad empresarial y el afán de lucro, se entiende la importancia de que por fin haya una ley.

Durante el tiempo que ha durado el estudio y debate de esta ley, no ha habido un solo dueño de compañía tecnológica que no se haya paseado por Europa haciendo lobby para que no se incluyan sus programas en los niveles de mayor riesgo. Pero el mensaje es claro: lo que se les pide es transparencia, porque hasta ahora algunos de ellos han hecho muchas cosas ilegales como engañar al ciudadano para quitarles sus datos, cobrar por proteger su privacidad o no respetar la propiedad intelectual.

En Colombia se viene hablando del tema de la regulación desde 2019 mediante la aprobación de la Política Nacional para la Transformación Digital e Inteligencia Artificial. En 2022 una misión de expertos presentó hojas de ruta y recomendaciones y ahora se espera que el gobierno de Gustavo Petro lance la propia, alineada con el Plan Nacional de Desarrollo en aspectos como ética, gobernanza, innovación, educación, industria, legislación, transparencia y participación ciudadana, entre otros.

Recientemente, la Unesco seleccionó a Colombia para que formara parte del programa Recomendación sobre la ética de la inteligencia artificial, cuyo propósito es “orientar a los Estados en la formulación de sus políticas de conformidad con el derecho internacional”.

Todos los esfuerzos son bienvenidos, pero hay que tener en cuenta que esta es una carrera contra el tiempo debido a la velocidad con la que evoluciona la tecnología. Sería muy recomendable tomar nota del paso que ha dado Europa y entender qué parte de ese camino andado por ellos puede ser útil para América Latina. Esa ley, y cualquier otra, exige estar preparados para ir reformándola con agilidad a medida que las nuevas herramientas digitales vayan requiriendo actualizar las regulaciones. Y por encima de todo, necesita solidaridad en su aplicación para beneficio de todos los que habitamos este planeta..

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