El mandato del gobernador Sergio Fajardo, que termina mañana, no fue uno más, no pasó como un gobierno de trámite. Le cabe el mérito de haber fijado en la agenda pública y, sobre todo, en la mentalidad colectiva de los antioqueños, el papel esencial de la educación como motor de cambio.
A diferencia de los alcaldes de Medellín de los últimos períodos, que construyeron sobre lo existente, los gobernadores han buscado marcar diferencias de gobierno y de estilo rompiendo con programas de los anteriores, incluso con los positivos.
La gran promesa del entonces candidato a la Gobernación, en 2011, fue poner a la educación en la cabecera de las prioridades, y eso fue lo que hizo. Las mediciones y los resultados de diferentes pruebas no ubican a nuestro departamento ni como el mejor ni como uno de los más educados, pero es que la política pública ejecutada en este cuatrienio deberá tener reflejo en los próximos años.
Esa visión de largo plazo, el propósito de pensar y trabajar por unas nuevas generaciones más educadas y formadas, marca la diferencia de este mandato.
Antioquia se precia de muchas cosas, pero sus indicadores, como en pobreza e inequidad, nos ubican en la cola de los entes territoriales. No hay una fuente que genere recursos como EPM para el municipio de Medellín. De ahí que el cuidado y buen manejo de las finanzas sea imprescindible.
Creemos que los Parques Educativos son un gran legado. Es verdad que algunos tienen problemas de obra, que otros fueron mal contratados, que no todos pudieron entregarse. De ello habrá que pedirse responsabilidades. Pero para los municipios beneficiarios es un cambio de paradigma, para sus habitantes, los jóvenes de forma principal, son espacios para vivir la cultura que antes no tenían. Es la presencia del Estado sin armas. Los alcaldes tienen que cuidarlos y luchar por su sostenimiento y vigencia.
También hubo ejecución en infraestructura. Aparte del mantenimiento de vías y la construcción de terciarias se logró el compromiso para avanzar en las Autopistas de la Prosperidad, incluso cuando el aporte del Departamento se multiplicó comparado con los cálculos iniciales, y el esfuerzo financiero será mayúsculo.
En agricultura hay resultados para mostrar en materia de estímulo a pequeños productores y apertura de novedosas líneas de comercialización de productos. El programa de Cafés Especiales debe continuar.
En el debe del balance queda la incertidumbre por la viabilidad de Savia Salud, la expansión de la minería ilegal, las preguntas no resueltas sobre ciertos procesos de adjudicación en la Fábrica de Licores de Antioquia y la tardía reacción frente a los incumplimientos de los comercializadores en las compras a la misma FLA.
El gobernador Fajardo insistió en un discurso sobre la transparencia y la ética en el manejo de lo público, que buena falta hacía. Este período sirvió de espacio de reflexión para cuestionar los modos, creencias y prácticas de una sociedad que privilegió durante mucho tiempo la viveza antes que el talento. Muchos jóvenes que vieron recompensado el esfuerzo del estudio podrán vivir otra cultura en los próximos años. Un gran mérito.