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Colombia, entre el sí y el no

Invitamos al país a que vote -no estamos de acuerdo con la abstención- con amor, transparencia, coherencia, serenidad, a conciencia y desde la libertad.

02 de octubre de 2016
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Infográfico
Colombia, entre el sí y el no

Colombia no es un país fallido pero está llamado a ser adulto, a pesar de su estable economía e imperfecta democracia, es innegable que ha incumplido en la resolución de sus deudas sociales y no tiene excusas dignas para dar. Hoy el Gobierno nos presenta un Acuerdo como alternativa para terminar el conflicto armado con las Farc y tenemos tres caminos para contestar: abstención, aprobación o desaprobación. En cualquier escenario, frente a nuestra nación, el deber ser inspira una sola respuesta: compromiso. Muchos han sido los protagonistas.

Celebramos que las víctimas hayan sido parte central del Acuerdo, de darse este, esperamos que en él encuentren verdad, justicia y reparación, que las acoja un efecto curador que sane dramas, alimente esperanzas y les permita construir un futuro real, digno y justo, pero en caso de no aprobarse el Plebiscito, Colombia debe hacer una reflexión para eliminar los factores de iniquidad y violencia que fueron el origen y oxígeno de esta guerra de más de cincuenta años. No es correcto vivir entre dos “colombias” que se desconocen.

El presidente Juan Manuel Santos ha llegado, como se lo propuso, y después de cuatro años de compleja negociación, a un acuerdo con las Farc que ha calificado como “el mejor acuerdo posible” para refrendación de los colombianos. Reconocemos este logro tanto a él como a sus negociadores que, además, ha contado con un importante apoyo internacional. Es prudente, sin embargo, recordarle que al inicio de su Gobierno recibió un país unido y que hoy entrega “este lado de la mesa” quebrado en dos partes de manera desgarradora y, que por lo tanto, tiene en riesgo la viabilidad del país. El dirigente tiene el deber moral de asumir el mandato de la votación del Plebiscito y gobernar como presidente de todos -no solo de quienes apoyan sus ideas- para unir a los colombianos. De aprobarse el Acuerdo tiene en sus manos el reto de la implementación y la aplicación de justicia, pero ante todo, deberá buscar un acuerdo social sobre lo fundamental y garantizar que hará un uso de sus superpoderes sin traicionar a la Patria como juró en su posesión.

Las Farc han reconocido al Estado, pedido perdón y dicho por medio de su líder que se comprometen con el cumplimiento del Acuerdo, dejar el método de las armas por la política desde la civilidad. Colombia ha sido víctima de su violencia terrorista; sus delitos de lesa humanidad; sus daños a la integridad de niños, mujeres y hombres; sus negocios ilegales; su destrucción al medio ambiente y el daño a la infraestructura. Este grupo debe entender, valorar y honrar la oportunidad que hoy les están dando los colombianos y lo que de ella se derive una vez votado el Plebiscito.

La oposición, en cabeza del expresidente Álvaro Uribe, ha hecho una labor importante y valiente de cuestionamiento y control, sin duda ha sido un contrapeso vital a solicitudes excesivas del grupo guerrillero, no obstante, en el proceso el propio líder y algunos de sus seguidores han perdido por momentos el norte, han utilizado el irrespeto, el miedo, la desinformación como métodos de seducción. Un camino que lamentablemente en ciertos momentos les quitó credibilidad a sus propuestas y que en la recta final fue también acogido por el propio Gobierno abandonando al país en medio del fuego cruzado. Los contradictores del Acuerdo tienen, al igual que el Gobierno, la responsabilidad de ayudar a sanar este país y, sin faltar a sus ideas, ser partícipes constructivos de ese acuerdo social.

El futuro de Colombia exige compromisos transversales, sin excepciones, el sector privado tiene que comprometerse de manera más explícita con la nación. Por otro lado, si la sociedad es una integración de individuos se requiere que la academia y los intelectuales inicien un proceso de transformación contundente para desarrollar el deber ser y estar de nuevos líderes que tomen la antorcha del futuro de Colombia y la lleven a los destinos que su población merece.

Ahora bien, la sociedad en general no se escapa de la reflexión. Debe evaluar la precisión semántica de sus expresiones, los niveles de argumentación de sus opiniones, la justicia de sus juicios, la capacidad de respetar y debatir, la responsabilidad sobre aquello que validaron compartiendo en redes sociales y la generosidad, o no, que tuvieron con el futuro del país. Así como existe un deber ser de arriba hacia abajo existe el inverso. Frente al resultado del Plebiscito los colombianos debemos transformamos también de adentro hacia afuera, enmendar y construir con ilusión el país. ¿O es que acaso no lo merece? Independiente del resultado electoral no podemos seguir atrapados en el pasado, debemos imaginar el futuro y comprometernos con él.

Los medios entramos también en la lista. En EL COLOMBIANO evaluamos con orgullo el ejercicio informativo de la balanza, la participación de analistas y las matrices comparativas entregadas a las audiencias para facilitar el seguimiento, conocimiento y evaluación de los acuerdos de manera objetiva, pluralista, argumentada y serena. Sin embargo, haremos nuestro ejercicio de autoevaluación y les garantizamos hoy, una vez más, nuestra voluntad y compromiso con la construcción de un mejor país trabajando en la búsqueda de la verdad desde los valores éticos del periodismo independiente.

La vida es tan breve que ofrece pocas oportunidades a cada generación de dejar huella en la historia. Este es un momento trascendental por el cual seremos evaluados todos los protagonistas con el pasar de los tiempos, que nuestro rol sea de orgullo y no de vergüenza. Invitamos al país a que vote -no estamos de acuerdo con la abstención- con amor, transparencia, coherencia, serenidad, a conciencia y desde la libertad. Con Acuerdo, o no, necesitamos paz. Mañana, debemos recuperar la sindéresis, y cualquiera que sea el destino elegido debemos unirnos bajo una sola razón: Colombia.

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