Para los colombianos, las noticias sobre Avianca siempre serán de interés. Siempre nos veremos representados en esa aerolínea, fundada en 1919 como Scadta, aun a pesar de que en realidad su propiedad está hoy en manos de inversionistas extranjeros. En todo caso, hemos seguido primero con esperanza y después con aprehensión su resurrección, desde cuando la empresa salió en 2004 de un proceso de restructuración (capítulo 11) que le permitió fortalecerse financieramente y pagar las deudas que tenía.
Desde entonces la aerolínea no paró de crecer y los malos tiempos parecían haber quedado atrás. El grupo Synergie, del empresario Germán Efromovich, propietario mayoritario de la empresa, expandió la operación e hizo compras de nuevos aviones Airbus. También la hizo entrar a hacer parte de Star Alliance, le dio talla mundial. En noviembre de 2013 Avianca Holdings S.A. entró a cotizar en la Bolsa de New York. Al comenzar 2017, Avianca fue galardonada como la mejor Aerolínea de Suramérica.
Las malas noticias comenzaron más tarde en ese mismo año, con la declaratoria de huelga de los pilotos de la aerolínea que tuvo una duración de 51 días y afectó todos los itinerarios. El costo de la huelga, finalmente declarada ilegal, fue altísimo en términos financieros (se estima que la empresa dejó de ganar USD 2,5 millones por día) y de reputación (se cancelaron 13 mil vuelos y se afectaron 400 mil pasajeros). En 2018, la utilidad de la empresa se redujo, en consecuencia, en 98 %.
En cascada siguieron las malas nuevas y las señales de que las cosas no estaban tan bien, como el anuncio por parte de la empresa de ajustar sus deudas y, posteriormente, la salida de Efromovich de la presidencia de la junta directiva y su pérdida de control de la empresa por una deuda adquirida con United Airlines por BRW Aviation Holding, propiedad de Efromovich.
Los hechos recientes siguen esa secuencia. De una parte, Efromovich anunció que quiere recuperar la propiedad de Avianca por medio de una demanda, para evitar perder el 51,5 % de la propiedad que posee sobre la empresa. Esta situación solo permite prever un largo proceso legal mientras se aclaran los derechos de propiedad de los involucrados, algo que seguramente será un obstáculo adicional para sacar adelante a la aerolínea.
La pretensión de Efromovich se dio casi al tiempo con la divulgación de un video, captado subrepticiamente, con el presidente de la junta directiva de la aerolínea refiriéndose a la mala situación que esta atraviesa. El comunicado de la empresa en realidad no cuestiona lo que dice en el video, sino la forma como fue obtenido. Tampoco hay mención alguna a la confidencialidad que debía tener un miembro de junta para divulgar información tan delicada, aún en el seno de la empresa.
El punto es que en las bolsas la información causó estragos sobre el valor de la acción de Avianca y los inversionistas se tomaron muy en serio lo que dijo el presidente de su junta. Es cierto que legalmente no está en quiebra, pero si se empieza a hablar de dificultades en los pagos es una muy mala señal. Así las cosas, viene una dura reestructuración, seguramente con despidos y reducción de rutas. La esperanza es que la empresa pueda resistir tanta presión y sus directivos colaboren para que salga de nuevo adelante. Ojalá los usuarios no salgan maltrechos y se les tenga en cuenta.