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Si no se aburrieron la semana pasada, lean esta columna hasta el final. Segunda parte. La otra semana, Dios mediante, vuelvo con sus dudas, con la conversación real con ustedes, que es lo que más disfruto. Mucho he aprendido yo en estos casi seis años usando este espacio que El Colombiano me presta. Aunque tengo muchas diferencias intelectuales y sobre el oficio del periodismo, esta ha sido mi casa desde 2008, cuando apenas empezaba estudios en la UPB. Siempre es buen momento para decir gracias.
Ahora sí. ¿Por qué es tan difícil escribir? Ya les había dicho que la dificultad está en la sintaxis. Es difícil reconocer las secuencias. Si es enunciado (caso en el cual usamos el punto). Si es oración compleja (caso en el cual usamos punto y coma). Si es una oración muy simple o un sintagma (casos en los cuales usamos coma). Y ni hablemos de los enunciados que también son oraciones, lo cual explica que el escritor pueda usar punto o punto y coma según su estilo y ritmo. Claro, el punto le hace pensar al cerebro en un final, y entonces la lectura se hace más lenta y segmentada. El punto y coma le dice al cerebro sigue, no a toda, pero sigue, y entonces la lectura se vuelve más rápida. Recuerden que los signos de puntuación no marcan pausas, en principio. No es su función: su función es sintáctica, de la sintaxis. Pero después de la sintaxis está la poesía, y ahí sí podemos darle información al cerebro sobre el ritmo, la métrica, el estilo...
Aquí quiero explicarles mejor eso de sintagma, oración y enunciado. Porque sin esto nadie escribe bien. Ahora, conozco mucha gente que escribe extraordinariamente bien, incluidos autores maravillosos, que así lo hace sin ponerles nombres a estas secuencias. Escriben muy bien aunque no pueden explicar qué es un enunciado. Y lo logran porque tienen la sensibilidad poética, porque sienten la gramática. Y porque han sido buenos lectores, y muchos buenos lectores terminan escribiendo extraordinariamente bien por sensibilidad, por retrato.
El sintagma. Vamos a ir de abajo hacia arriba. “Juan, el periodista, llegó tarde”. Aquí el periodista es un sintagma. Que uso, además, como inciso, una estructura dentro de la gran estructura que aclara, que me da información sobre el sujeto gramatical Juan.
Las oraciones. “Si no pasa nada raro, Juan el periodista llegará tarde”. Tenemos aquí dos oraciones complejas, y son complejas porque cada una aporta mucha información, pero necesita de la otra para que el cuento resulte completo. Y, aunque les dije arriba que las complejas van con punto y coma, aquí uso coma porque ambas están muy unidas, se necesitan mucho.
Recuerden el ejemplo de la semana pasada: “Pedro estaba muy cansado; sin embargo, hizo su trabajo bastante bien”. La relación de estas oraciones es más distante.
El enunciado. La información completa. Obviamente, la completez de la información depende del contexto. “Juan el periodista llegará tarde” es un enunciado también. Entonces, “Juan el periodista llegará tarde. No lo esperen”. Pero también es enunciado la secuencia con leche dentro de una cafetería: “¿Le traigo un café, señor? / Sí, por favor. / ¿Con leche? / Si es tan amable”. La información es completa cuando el otro sabe qué hacer, qué responder.
