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Columnistas | PUBLICADO EL 03 diciembre 2020
Vuelve y juega
Por juan gómez martínezredaccion@elcolombiano.com.co
En la vida pública hay temas recurrentes, que se repiten, que vuelven a aparecer, que se consideraban archivados pero, por cualquier motivo, aparecen de nuevo.
Es el caso del Aeropuerto Olaya Herrera. Cuando se construyó el José María Córdova se pensó, y fue motivo de discusiones, que se debía cerrar el aeropuerto local de Medellín, que ya no se requería, que esas tierras se necesitaban para urbanizar o para un parque recreativo. Se construyó el Parque Juan Pablo II en el lado occidental de la pista. Parque muy completo y atractivo. Con la pista Mariana Pajón para BMX, con una pista larga para ciclismo y para deportes de a pie. Con piscina de olas, juegos infantiles y todo lo que se quiera. Parque muy atractivo, pero poco aprovechado. Es que en las cercanías hay varios centros deportivos y recreativos: La zona deportiva de Belén, el Club El Rodeo, etc.
A los pocos años de construido e inaugurado el aeropuerto Internacional José María Córdova, se cerró el Olaya Herrera. Un aeropuerto que ocupa el segundo lugar en el país en operaciones –aterrizajes y despegues–. Se utiliza mucho porque son aeronaves de pocos pasajeros. Son aviones lentos que requieren de más tiempo para sus operaciones. Pero son naves necesarias para vuelos para otras ciudades y para vuelos cortos. De Medellín viajan a Manizales, Quibdó, Montería, Apartadó, Puerto Berrío, Caucasia y, aeronaves de Satena, a Bogotá, Barrancabermeja, Bucaramanga, etc.
Al cerrarse el Olaya, se congestionó el José María, se volvieron lentas y se complicaron las operaciones comerciales. La gente que se servía del Olaya, para hacer vueltas cortas, para ir al comercio y para otros menesteres, no volvió a utilizar el eficiente servicio aéreo. Para los viajeros de ciudades pequeñas e intermedias se volvió complicado llegar a Rionegro, bajar a Medellín y volver al nuevo aeropuerto.
Al yo llegar a la Alcaldía de Medellín en 1988, me correspondió sacar una licitación para remodelar y volver a utilizar el aeropuerto en la zona céntrica de Medellín, como lo tienen la mayoría de las ciudades del mundo. Un aeropuerto grande, generalmente retirado y otro u otros más centrales para vuelos domésticos.
Se adjudicó la obra, se modernizó y actualizó la terminal y ahí está prestando los servicios que no puede con eficiencia el José María Córdova.
Llevamos años pidiendo la segunda pista del aeropuerto de Rionegro. Una vez construida esa nueva pista, se podrá pensar en hacer lo que ahora se quiere. Por el momento, sería un grave error acabar con lo que tantos servicios les ha prestado a Medellín, a la región y a la aviación colombiana.
Colombia tiene la manía de acabar con los servicios más eficientes; acabó con los ferrocarriles, con la navegación fluvial y ahora se pretende dar un golpe a la aviación regional.
Hay que esperar a que se construya la segunda pista del José María Córdova, una vez se utilice esa segunda pista, se podrá pensar en la necesidad de las tierras del Olaya para un parque o para urbanizar como se pretendía hace unos treinta años. Yo no lo haría.
