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Columnistas | PUBLICADO EL 01 marzo 2023

¡Sí a las reformas del cambio!

La Ley 100 nos quitó la salud como derecho fundamental y nos metió en un modelo al que le conviene la enfermedad, que hace rentable el sufrimiento humano y que impide la salud preventiva.

Por Luz María Múnera Medina - redacción@elcolombiano.com.co

En un momento como el que vivimos, la sociedad y el conjunto de la población debe participar en el debate público sobre reformas tan importantes como salud, trabajo y pensiones, pero dicha participación no debe basarse en la desinformación que recorre el territorio nacional, sino por el contrario, deberá basarse en el reconocimiento de la realidad y en el análisis concreto de cada una de las reformas hoy propuestas por el gobierno del presidente Gustavo Petro.

Durante los últimos 32 años a partir de la Constitución Política de 1991, de la mano de los diferentes presidentes de la república, se han favorecido intereses particulares por encima del bienestar común, lo que ha llevado a incrementar la desigualdad y dificultar el acceso a los servicios básicos necesarios y los derechos fundamentales. Basta ver el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) donde se reconoce que en Colombia solo tenemos 2.2 médicos por cada mil habitantes, 1.3 enfermeras por cada mil habitantes, siendo el peor país en ese registro entre los miembros de esta organización internacional. El resultado es que uno de cada 5 pacientes en Colombia reportó inconvenientes para acceder al sistema de salud durante el año 2022.

El gran debate que hoy se le pone al país, es si necesitamos o no una reforma a la salud. Frente a este tema, los y las invito a tomar una decisión coherente con las cifras y la realidad colombiana.

Este año la Ley 100 cumple 30 años, las Entidades Prestadoras de Salud (EPS) han acumulado una deuda con el sistema de salud (con clínicas y hospitales) de 23.3 billones de pesos. En cuanto a las EPS que aún no se han declarado en quiebra, la deuda asciende a 1.7 billones, y 5 billones hoy están en riesgo por EPS en liquidación.

En Colombia cada hora 145 usuarios del sistema de salud ponen una queja. Solo en el año 2022 se superó la triste cifra de 1 millón de quejas, siendo Antioquia la dueña del 16% de estas. Las historias por mala atención, negligencia o simplemente negación del sistema son pan nuestro de cada día.

Citas, tratamientos, operaciones quirúrgicas, hacen parte del sufrimiento colectivo y aunque tenemos contabilizado el acceso por pago de cuotas moderadoras, no contamos con las cifras de hombres, mujeres, niños y niñas cuya situación médica empeora por falta del servicio.

La Ley 100 nos quitó la salud como derecho fundamental y nos metió en un modelo al que le conviene la enfermedad, que hace rentable el sufrimiento humano y que impide la salud preventiva. Si prevenimos la enfermedad y atendemos a las familias en su integridad, el resultado final serán seres humanos más sanos y felices. Si no lo hacemos, seguiremos garantizando que la enfermedad y el dolor sigan siendo una moneda de cambio que enriquece los bolsillos de unos pocos.

¡A leer, a informarse, para que el debate se haga sobre la realidad, buscando el bien común y no un debate para defender los bolsillos de un puñado de negociantes!

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