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Tratar de hacer empresa en Colombia es una de las cosas más difíciles que hay; un permiso de cualquier índole son años... un plan parcial para urbanizar un lote puede tardar hasta 10 años, un permiso para una pequeña hidroeléctrica fácilmente 5, y los trámites y las exigencias rayan en el absurdo.
Ni se diga de una explotación minera, sin siquiera contar con que no esté en una bien llamada línea negra, decreto firmado por Santos que tiene paralizado un triángulo entre Santa Marta, Riohacha y Valledupar, incluidas sus áreas urbanas, donde los indígenas de la zona supuestamente hacían sus pagamentos.
Ecopetrol hace fracking en Estados Unidos, pero no lo puede hacer en Colombia. Todos los días se inventan trámites y formas para hacer que el país no progrese, como decía el presidente de una de las empresas más grandes de Colombia: “Colombia no es pobre, escogió ser pobre”.
Contamos con innumerables recursos para generar riqueza para el país, podríamos ser una potencia en energía eléctrica, minas de oro y cobre de la mayor envergadura, todo podría ser explotado con los más altos estándares de respeto por el medio ambiente.
Fenalco, en su congreso anual denunció que más del 50 % de las iniciativas legislativas que cursan en el Congreso son para regular algún tipo de negocio que ya está altamente regulado.
Podríamos ser la despensa alimentaria del mundo si se destraban los mecanismos para desarrollar la agricultura masiva e intensiva en los Llanos Orientales.
Preferimos que los muchachos de Rappi estén sin ninguna fuente de empleo y no nos puedan hacer mandados remunerados, preferimos tener unas cifras de subempleo enormes a normalizar plataformas como Uber.
Dicen algunos expertos: “No aceptamos legalizar las contrataciones por horas, que sería una forma de ir formalizando muchísimas personas hoy en la informalidad y sí alabamos un sistema salarial que encarece hasta un 70 % el costo de emplear una persona, lo que se refleja en unas estructuras de precios altísimos para los consumidores”.
Otros opinan que la justicia, ineficiente y politizada, deja en libertad a delincuentes capturados en flagrancia, una y otra vez. Un litigio puede durar 10 o más años. La educación es más una plataforma de sembrar ideología que un mecanismo para educar en lo que el país necesita.
Tenemos un sistema pensional que es deficitario y subsidia a los que ganan más altos salarios, inviable a todas luces. Y algunos más, critican los impuestos altísimos en términos de las utilidades de las empresas, que si se suman los de toda índole, se pueden llevar hasta el 70 % del ingreso de las compañías, lo cual no deja ningún margen para subir más los impuestos.
Para rematar, los índices de corrupción son altísimos, pero podríamos estar peor ¡imagínense que hubiese ganado Petro!.