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Columnistas | PUBLICADO EL 08 febrero 2023

Reforma laboral

Llevamos más de 30 años y el Congreso no ha cumplido ese mandato, esto evidencia la falta de voluntad política colombiana con los y las trabajadoras.

Por Luz María Múnera Medina - redacción@elcolombiano.com.co

La Constitución de 1991 le dio al tema del trabajo una amplia consideración. Desde el preámbulo se invocó como uno de los valores que deberían ser asegurados para los y las ciudadanas colombianas.

El trabajo fue considerado como derecho y obligación social que debe tener especial protección del Estado, sin importar su modalidad. En ese “marco jurídico, democrático y participativo” tendiente a garantizar “un orden político, económico y social justo”, el artículo primero lo señaló como uno de los fundamentos del Estado Social de Derecho. De la misma manera, fue motivo de especial consideración el derecho de asociación sindical, consagrado por primera vez como derecho autónomo y complementado con el de la negociación colectiva y la huelga en los artículos 55 y 56 de la Carta Magna.

La Carta Política dio una orden perentoria al Congreso de la República en los siguientes términos:

“El Congreso expedirá el estatuto del trabajo. La ley correspondiente tendrá en cuenta por lo menos los siguientes principios mínimos fundamentales...”

Llevamos más de 30 años y el Congreso no ha cumplido ese mandato, esto evidencia la falta de voluntad política colombiana con los y las trabajadoras. El presidente Gustavo Petro en su programa de gobierno Colombia potencia mundial de la vida, expresó:

“...Impulsaremos un estatuto del trabajo que garantice el derecho fundamental al trabajo digno, decente y seguro que incluya a las y los trabajadores de las economías populares, rurales y del cuidado, a los trabajadores asalariados formales, a los trabajadores contratados mediante órdenes de prestación de servicios y demás formas temporales... “

La comisión de Políticas Salariales y Laborales creó desde octubre pasado una subcomisión tripartita encargada de estudiar este tema, recibiendo insumos de actores importantes del mundo laboral como la OIT y la OCDE, la Corte Suprema de Justicia, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organizaciones sindicales, gremios y centrales que ya plantearon su posición. Se han abierto diferentes espacios para que la ciudadanía participe activamente formulando propuestas, recibidas hasta el 3 de febrero.

Como producto de este esfuerzo se priorizaron temas como estabilidad laboral, jornadas de trabajo, tercerización, fortalecimiento sindical y negociación colectiva, trabajo sexual, descarbonización, trabajo rural, etc., todos con enfoque de género.

Con la asesoría de Mery Laura Perdomo, Iván Daniel Jaramillo y Carlos A. Ballesteros se están evaluando insumos y posiciones para presentar el proyecto de articulado a la Comisión Séptima Permanente e intentar llegar a un gran consenso frente a la reforma laboral. Finalmente el 16 de marzo se iniciará el debate en el Congreso de la República, esperando que por fin se le cumpla al país, a sus trabajadores.

Es importante anotar que no nos estamos inventando nada, se trata de devolverle a los y las trabajadoras colombianas derechos que con sus luchas adquirieron durante años. No es una nueva mirada, se trata de alcanzar la estabilidad laboral, el reconocimiento de las horas extras y tantos otros temas que con la promesa de generar más empleo se le han quitado a los y las trabajadoras, mientras el trabajo digno existe cada vez menos y la vida digna, que con luchas sociales se ha trabajado durante años, se ha convertido en una tarea ardua. .

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