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Columnistas | PUBLICADO EL 11 febrero 2023

Punto de inflexión

2022 marcó el primer año en el que las inversiones para descarbonizar el sector energético superaron el trillón de dólares americanos, exhibiendo un crecimiento anual de aproximadamente 30 por ciento o unos 250 billones de dólares.

Punto de inflexión
Por Diego Mesa Puyo* - d.mesapuyo@columbia.edu

El año 2022 marcó un punto de inflexión en la descarbonización del sistema energético global. Un reporte de Bloomberg New Energy Finance da cuenta de dos importantes hitos que ocurrieron en el sector y que, a pesar de ser históricos, han pasado relativamente desapercibidos en el arranque del nuevo año. En primer lugar, por primera vez en la historia las inversiones en energías renovables, movilidad eléctrica, almacenamiento y tecnologías limpias igualaron, en valores absolutos, a las inversiones totales en la industria petrolera, sumando las inversiones en exploración y producción (upstream), transporte y procesamiento (midstream), y productos refinados (downstream). En total, tanto las energías y tecnologías limpias como el sector de hidrocarburos a nivel global recibieron inversiones por más de 1,1 trillones de dólares americanos, respectivamente.

Esta cifra nos lleva al segundo hito. 2022 marcó el primer año en el que las inversiones para descarbonizar el sector energético superaron el trillón de dólares americanos, exhibiendo un crecimiento anual de aproximadamente 30 por ciento o unos 250 billones de dólares. El subsector de mayor inversión fue el de las energías renovables no convencionales, con cerca de 500 billones de dólares y una nueva capacidad instalada de energía solar y eólica que supera los 350 gigavatios de potencia, lo que equivale a 20 veces todo el parque de generación eléctrica de Colombia. En segundo lugar y con una tasa de crecimiento mayor está el sector transporte, con mas de 10 millones de vehículos eléctricos vendidos en 2022. En este sector sobresalen los vehículos particulares (380 billones de dólares), la infraestructura de carga (24 billones), motos, bicicletas y patinetas eléctricas (23 billones), buses (15 billones), y camiones y vehículos de carga (8 billones). Aunque las inversiones en dos tecnologías claves para el futuro fueron relativamente moderadas, su tasa de crecimiento fue extraordinaria. La captura, uso y almacenamiento de carbono (CCUS por sus siglas en inglés) recibió inversiones por 6,3 billones de dólares, casi que triplicando la cifra de inversión de 2021. Por su parte, el hidrogeno de cero y bajas emisiones tuvo una inversión de “tan solo” 1 billón de dólares, pero en términos relativos más que triplicó la cifra del año anterior. De los seis subsectores que reporta el estudio, solo las inversiones en energía nuclear no tuvieron crecimiento en 2022, manteniéndose por encima de los 25 billones de dólares anuales.

Aunque estas cifras son alentadoras e indican que el mundo avanza a paso firme en la transición energética y la descarbonización, se requieren esfuerzos adicionales. Las inversiones necesarias para lograr llegar a cero emisiones netas en 2050 son un múltiplo de las registradas en 2022. En concreto, se requiere entre triplicar y cuadruplicar anualmente las inversiones que se hicieron el año pasado, sumando además inversiones billonarias en las redes de transmisión eléctrica. Igualmente, es fundamental que las inversiones en hidrogeno limpio y captura de carbono en sectores intensivos en el uso de combustibles fósiles, como la producción de petroquímicos y fertilizantes, cemento, vidrio y acero crezcan de manera exponencial en los próximos años.

*Miembro Distinguido Visitante del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia en Nueva York.

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