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Columnistas | PUBLICADO EL 03 julio 2021

PRÓXIMAS CIUDADES (10)

Por JOSÉ GUILLERMO ÁNGELmemoanjel5@gmail.com

Estación Administración, a la que llegan los que hacen colas y se quejan de tanta lentitud o de la imposibilidad de un ficho; los que protestan por el tiempo perdido y esperan respuestas rápidas, los que buscan datos y no que los enreden, los que necesitan cedularse y, con el tiempo, lograr un pasaporte; los que piden que no haya tanta burocracia ni que para legitimar un papel les pidan otros que hacen falta y nadie lo había dicho; los que quieren salir del país y los que buscan que les expliquen el porqué de un impuesto. Y la estación se llena a diario (menos sábados y domingos) de caras de todos los colores y formas, de hombres y mujeres impacientes que miran o los miran con cara de revólver mientras hablan solos (por lo común maldicen), de los que abren paraguas para protegerse del sol o de la lluvia y de vendedores de chicles y confites, cuando no de los que venden café y fritan empanadas.

La ciudad moderna es un movimiento continuo de ciudadanos que quieren ponerse en orden con el Estado, ya en procesos de identificación o de permisos de salida, pago de impuestos y reclamos por errores cometidos, necesidad de auxilios o presentación de denuncias por algún desorden, sea legal o delincuencial. Y en estos trámites, que a veces se multiplican, se pierde tiempo debido a que todo está centralizado (salvo las inspecciones de policía) en lugar de estar esparcido a lo largo de la ciudad para que el ciudadano tenga cerca la presencia del Estado y así resuelva sus problemas de manera que vea que la administración es efectiva y los impuestos no se pagan en vano.

La centralización del Estado es un modelo viejo e ineficiente que no responde a las dinámicas de la ciudad, a la par que desconoce las periferias y ya se sabe qué pasa cuando la administración no está presente. El Estado debe funcionar como las entidades financieras que, teniendo un banco central, se abren a la ciudad como una molécula, poniendo su servicio de soluciones bancarias y cajeros al alcance de cualquiera. Y es que muchas cosas, debido a la funcionalidad de la informática y la impresión (lo que permite también tomar fotos e imprimir plásticos), se pueden descentralizar: obtención de pasaportes, cedulación, pago de impuestos y reclamos, obtención de documentos de ciudad etc. Si la ciudad dice que se moderniza, debe ser cierto.

Acotación: El Estado debe estar presente en cada zona de la ciudad no solo para resolver problemas sino para tener más credibilidad. Y así, mientras presta sus servicios con eficiencia, el ciudadano estará acompañado. Y algunos podrán decir que para eso está la virtualidad y muchos aspectos de la Cuarta Revolución Industrial, pero no. Esta aleja al ciudadano del Estado y ambos se convierten en fantasmas y en conectados desenchufados

José Guillermo Ángel

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