Síguenos en:
x
Columnistas | PUBLICADO EL 07 enero 2023

Perspectivas energéticas 2023

La continuación y reglamentación de políticas públicas recientemente expedidas por las grandes potencias marcarán una hoja de ruta para las inversiones globales tanto en el sector de renovables como de hidrocarburos.

Por Diego Mesa Puyo* - redacción@elcolombiano.com.com

2022 fue un año intenso y complejo para el sector energético. La política local en diferentes latitudes, como las elecciones de mitad de periodo (midterm) en Estados Unidos o las presidenciales en países productores de petróleo, así como grandes sucesos geopolíticos como la invasión de Rusia a Ucrania y las posteriores sanciones por parte de la Unión Europea, fueron determinantes en el precio de los principales productos energéticos a nivel global. 2022 fue también el año en el que la seguridad energética recobró su importancia estratégica y muchos países entendieron que esta hace parte fundamental de la transición a fuentes más limpias, abonando así el terreno para un incremento acelerado en inversiones en energía renovable en los próximos 5 años, según proyecciones de la Agencia Internacional de Energía.

Es muy probable que 2023 sea nuevamente un año de mucha actividad en la industria energética global. Entre las multiples variables que pueden afectar el rumbo del sector, hay 4 elementos importantes que posiblemente determinen el comportamiento de los mercados energéticos en los próximos 12 meses. En primer lugar, la continuación y reglamentación de políticas públicas recientemente expedidas por las grandes potencias marcarán una hoja de ruta para las inversiones globales tanto en el sector de renovables como de hidrocarburos. Dos casos emblemáticos son las medidas para incentivar la producción local de maquinaria y equipos para energías limpias en Estados Unidos, y el impuesto fronterizo al carbono aprobado por la Unión Europea, el cual grava el CO2 contenido en las importaciones de cierto bienes. Un segundo elemento a tener en cuenta será el precio del petróleo, el cual estará expuesto a múltiples factores con efectos contrarios. Por el lado de la demanda está el fantasma de una recesión generalizada, especialmente en economías avanzadas, mientras que por el lado de la oferta continua la incertidumbre sobre el futuro de la guerra entre Rusia, el mayor exportador de crudo del mundo, y Ucrania. Un tercer elemento está ligado a qué tan efectivas sean las medidas adoptadas por diferentes países para contener tasas de inflación que no se observan desde hace varias décadas. De prolongarse en el tiempo, las altas tasas de interés que hoy rigen en la mayoría de mercados podrían convertirse en un cuello de botella para inversiones en renovables y en infraestructura lineal como la transmisión de energía o el transporte de gas. Finalmente, el entusiasmo de accionistas e inversionistas por la lucha contra el cambio climático y la transición energética se pondrá a prueba en un año de alta incertidumbre económica.

En resumen, 2023 estará lleno de grandes desafíos energéticos y macroeconómicos, los cuales se pondrán a prueba las políticas públicas de los gobiernos, especialmente en economías emergentes, para atraer el capital necesario para acelerar la transición y seguir garantizando la seguridad energética.

*Miembro Distinguido Visitante del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia en Nueva York.

Si quiere más información:

.