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Columnistas | PUBLICADO EL 04 diciembre 2022

Mentiras sobre el Metro

Lo que no es mentira es que al Metro de Medellín lo necesitamos fuerte, libre de los embates de la rapiña política, querido y cuidado por todos los usuarios, los de aquí y los visitantes.

Por Elbacé Restrepo - elbaceciliarestrepo@yahoo.com

Dice en la biblia que solo le tiran piedras al árbol que más frutos da. Debe ser por eso que el metro de Medellín falla y se enteran en todos los confines de la tierra. Incluso si muchas de las “fallas” obedecen a situaciones que están por fuera de su control: Personas que deciden poner fin a su vida tirándose a la vía; botones que los usuarios aprietan sin necesidad o por ociosidad y detienen la marcha; rayos que caen durante un aguacero y dañan una catenaria; alguien que se desmaya en un recorrido y hay que atenderlo (que ocurre muchas veces) o una madre de parto que no alcanza a llegar al hospital... Eventos como estos obligan a parar y son más frecuentes que las fallas mecánicas reales. Pero al metro nada se le perdona.

Que se perdió la Cultura Metro. Mentiras. La que está muy embolatada es la cultura ciudadana. Más allá de no comer, no sentarse en el piso, no vender sancocho ni colgar hamacas dentro de los vagones (retos propuestos en las redes sociales con los que algunos “influencer” pretenden ganar seguidores a costa del caos que generan) la Cultura Metro está presente en las comunidades a través de programas como Amigos Metro, semilleros barriales, escuela de líderes, escuela de padres y visitas a instituciones educativas para promover el cuidado de lo público, el respeto, la convivencia, el autocuidado, el manejo de emociones, el emprendimiento, entre otras. Y, de encima, mejora los entornos donde el sistema opera, muchas veces ante la ausencia del gobierno local. El transporte es su esencia. Lo demás es un plus que nos cuesta valorar.

Otra cosa es que la crisis que vivimos de delincuencia común también pase el torniquete en ocasiones (el ladrón, el peleador, el acosador sexual...). Y a esto súmele los horarios no escalonados de las empresas, un pedido a gritos que no ha sido escuchado a cabalidad. Ya es hora de que la cultura ciudadana le dé una mano a la Cultura Metro, para que entre todos logremos mejores experiencias en nuestros viajes.

Que en el Metro se robaron la plata del mantenimiento. Mentiras. Los políticos en campaña están empeñados en desprestigiar la labor administrativa para desinformar, juntar una verdad a medias con una mentira y triunfar. Una estrategia que en Medellín conocemos muy bien y que recuerda una campaña reciente contra Epm, como una premonición de la crisis que viviría esta empresa y el costo de credibilidad que ha pagado por ello.

Lo que no es mentira es que al Metro de Medellín lo necesitamos fuerte, libre de los embates de la rapiña política, querido y cuidado por todos los usuarios, los de aquí y los visitantes, continuando con sus programas y proyectos planeados a corto, mediano y largo plazo, con la visión y el espíritu de quienes saben y han demostrado mantener la empresa sobre rieles. ¿Usted hace su parte o contribuye al problema?

Elbacé Restrepo

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