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Apenas semanas después de asumir el poder, el presidente Petro entregó la nacionalidad exprés colombiana a tres personas cuyos méritos al servicio del país eran, y son, inexistentes. Aparte de haberles servido al propio Petro y a su ¿esposa? Verónica del Socorro Alcocer García, las calidades de Manuel Grau Pujadas (Manu), un exterrorista y su partner Xavier Vendrel (Xavi para los amigos) y Eva Ferrer Galceran, no tenían absolutamente ninguna relación con las condiciones y menos con los requisitos que las leyes colombianas exigen para darles la nacionalidad. Vendrell, además, afronta procesos escandalosos por corrupción en su natal España.
Petro hizo uso de una facultad excepcional que tiene el Presidente de Colombia para exonerar de la mayoría de requisitos a los extranjeros que quieren nacionalidad colombiana. Solo basta su voluntad y una palabra: “conveniencia” para el país. Es obvio que, en estos casos, y en otros, esa conveniencia solo era la de él y su ¿esposa?
Vendrell, Grau y Ferrer han obtenido muchos más beneficios del gobierno, algunos visibles y otros altamente sospechosos, que la enorme mayoría de quienes incluso se la han jugado por la vía política de Petro durante décadas. Y, por supuesto, han gozado de gabelas, contratos y privilegios a los que muy pocos colombianos podrían aspirar.
Pero no solo se ha nacionalizado por evidente interés personal de Petro y su ¿esposa? También le ha dado asilo, como si fuese un pobre perseguido político, al más poderoso y multimillonario panameño, Ricardo Martinelli, condenado a más de 10 años de cárcel por alta corrupción. Y hace pocas semanas le otorgó la nacionalidad exprés a otro bandido internacional, el ex vicepresidente de Ecuador, Jorge Glass Espinel, quien acumula tres condenas por corrupto: una por robarse plata de la emergencia del terremoto en Manabí en 2016. Y otras dos por dineros de Odebrecht, en uno de ellos sentenciado con Rafael Correa, quien es prófugo de la justicia ecuatoriana y vive a sus anchas en Bélgica. Glass permanece preso en una cárcel de máxima seguridad.
Pregunté a la Presidencia acerca del proceso adelantado para otorgar la nacionalidad exprés a una persona que ni ha pisado suelo colombiano para ese trámite ni cumple algún requisito mínimo formal o de conexión familiar o de otra índole con Colombia. La Cancillería se limitó a decirme que se hizo dentro de las funciones del Presidente de la República, con la potestad de exonerar de requisitos “previo concepto de conveniencia”. Pero se negaron a entregarme documentos alegando que son reservados; seguramente la “conveniencia” del gobierno colombiano es la de proteger a reconocidos delincuentes de alta corrupción, como se hizo con Martinelli ayudándole a escapar de la justicia panameña.
Adenda. Dato no menor: la Casa de Nariño me contestó, respecto de una declaración de Petro sobre Glass en la red X, que “la cuenta a la que usted hace referencia es personal del señor Presidente de la República, por tanto, la administración, dominio de contenidos y demás es exclusivo del Primer Mandatario”. Es decir que nada de lo que escriba o publique @petrogustavo debe o puede tomarse como oficial o del gobierno. Notificados.
