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¿Por qué dejamos el entendimiento político en manos de otros? Yo misma lo hice durante años. Como estudiante en su momento, y mamá profesional hoy en día, relegué mi aprendizaje más allá de los titulares y los grupos de WhatsApp. Hoy, en medio de una coyuntura decisiva —menos de un año para las elecciones de Congreso (8 de marzo de 2026) y Presidencia (31 de mayo de 2026)—, decidí aprender, entender, y con curiosidad y humildad, me uní a la fundación y comunidad Mujeres por la Democracia que, lejos de adoctrinar, educa en pensamiento crítico, inspira criterio y, sobre todo, promueve la responsabilidad individual.
El camino a la democracia no es automático: es construcción y práctica constante. En Colombia, la juventud muestra escepticismo ante el sistema político: aunque el 59 % considera que la democracia es la mejor forma de gobierno, solo el 17 % está satisfecho con su funcionamiento, y alrededor del 20 % estaría dispuesto a aceptar un régimen autoritario si resuelve problemas reales (Latinobarómetro, 2023). A este panorama se suma el dato oficial de la Registraduría Nacional, que muestra una contradicción preocupante: mientras la mayoría dice valorar la democracia, casi la mitad de las personas que pueden votar, no ejercen su derecho. En las elecciones presidenciales de 2022, por ejemplo, la participación fue del 54,9 % en la primera vuelta y del 58,1 % en la segunda, cifras históricamente altas para el país, pero aún con un nivel de abstención cercano al 45% (Registraduría Nacional, 2022). Además, en el censo electoral de ese año, las mujeres representaban el 51,6 % del total de votantes habilitados (20,1 millones frente a 18,8 millones de hombres), lo que confirma que somos la mayoría del electorado y un actor clave para definir el rumbo democrático de Colombia.
Sumado a esto, estamos ante una coyuntura cargada de tensión. La inseguridad ha tomado protagonismo dentro de la agenda nacional. Lo vemos a diario en las noticias. Nos duele como colombianos y como país. Y si como sociedad nos involucramos activamente, podemos incidir en el rumbo del debate público, promover propuestas con altura y defender la legitimidad del proceso democrático.
Por eso escribo hoy: si yo me estoy dando la oportunidad de pasar de leer titulares y mini resúmenes de redes, para conocer y entender mejor el rol de las instituciones, la ciudadanía, el gobierno, y cada actor de una democracia, espero poder sembrar una semilla de curiosidad en ti. Participar no se reduce solo a votar: es informarse, conversar, escuchar, cuestionar, exigir. Nuestras instituciones nos necesitan unidos, apoyándolas. Respaldando su labor y su independencia.
Te invito a que te des la oportunidad de tomar un rol más activo, no solo de lector de titulares de WhatsApp como lo era yo. Comienza hoy: únete a un grupo, lee más allá del titular, pregunta, comparte tu criterio con tu familia. A fin de cuentas, construir ciudadanía es personal antes que colectiva. Hacerlo bien, hoy, es hacerle un aporte real al futuro democrático de Colombia.
