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Columnistas | PUBLICADO EL 25 agosto 2022

Medellín y Antioquia en tiempos de Petro

Antioquia no puede quedarse atrás en este gobierno y es urgente moverse en esa dirección. Los pésimos resultados de Medellín y los grandes retos de Antioquia aprietan y apremian.

Comenzó el nuevo gobierno y surge una pregunta obvia, ¿qué pasará con Medellín y Antioquia en tiempos de Petro? Esta pregunta resulta pertinente dado que la ciudad no va bien, según el último informe de Medellín Cómo Vamos. Por su parte, el departamento de Antioquia tiene varios desafíos importantes por delante. Dicho interrogante resulta relevante cuando por iniciativa presidencial, y no de los ciudadanos y las poblaciones, se quiere dividir algunos departamentos para crear otros. Ya algunos columnistas de estas mismas páginas han expresado la preocupación de lo que podría venir en ciernes.

Según el mencionado informe, no cabe duda de que varios indicadores claves de Medellín no van por buen camino, pues se registran los niveles más altos de pobreza de la última década; aumentó el bajo peso al nacer y la desnutrición crónica; se ha abandonado la atención integral a la población adulta mayor y hay problemas en el suministro de sus alimentos; y disminuyó la asistencia escolar en primaria. Preocupa la menor reducción de la pobreza en el 2021, comparada con la de otras ciudades, así como el empleo informal, el bajo logro educativo y el atraso escolar que explican, en gran medida, la pobreza multidimensional. La última encuesta de empleo del Dane (junio de 2022) señala que el desempleo de Medellín es un punto porcentual por encima del de toda el área metropolitana. Además, tal como lo mostró EL COLOMBIANO en su última edición dominical, la cultura también anda al garete en la ciudad.

Antioquia, por su parte, tiene al menos tres retos fundamentales: 1) fortalecer la conexión vial con el resto del país, pues resulta increíble que el invierno afecte, por ejemplo, el tramo La Pintada-alto de Minas, que une al departamento con Buenaventura y el sur del país; 2) promover un desarrollo menos desigual entre las diferentes regiones del departamento; 3) atenuar los efectos de la pandemia en la educación básica y la media, en especial en las zonas rurales. Adicionalmente, la tasa de ocupación del departamento se encuentra casi dos puntos porcentuales por debajo de la existente antes de la pandemia, y la tasa de desempleo dos puntos porcentuales por encima de la de ese mismo período.

Antioquia es un departamento fundamental para el país desde el punto de vista económico y competitivo.

El 15 % del producto interno bruto de Colombia se genera en Antioquia, el segundo departamento en el ranquin de competitividad del país. Además, se destaca de forma sobresaliente por el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación, así como por la institucionalidad que lo impulsa. Es necesario que las universidades, las organizaciones, las fundaciones, Proantioquia, las cajas de compensación y las cámaras de comercio comiencen ya a trabajar en propuestas para el Plan Nacional de Desarrollo. Antioquia no puede quedarse atrás en este gobierno y es urgente moverse en esa dirección. Los pésimos resultados de Medellín y los grandes retos de Antioquia aprietan y apremian 

Mauricio Perfetti del Corral

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