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Además de la Navidad, en este mes se define el salario mínimo y se conoce la inflación a noviembre. Además, es un mes que podría ser definitivo en el trámite de la reforma al Sistema General de Participaciones.
Sobre el salario mínimo cabe señalar aspectos importantes como la reducción de la inflación en noviembre (5,2%, 12 meses) la cual determina un crecimiento en los salarios reales, pues el aumento de los precios de los bienes y servicios en los que se gasta el salario, está muy por debajo de su aumento en los dos últimos años. En efecto, tal como lo afirma el DNP en un informe reciente: “los resultados muestran que, en los últimos 12 meses, los hogares pobres y vulnerables fueron los menos afectados por la inflación” dado el comportamiento favorable de los precios de los alimentos.
La polémica en relación con la medición de la productividad afecta al Dane. Hubiera sido importante que, además del espacio que abrieron de conversación con algunos gremios y centros de estudio, la metodología y resultados hubieran sido presentados por expertos de la misma entidad y acompañados por el DNP y del Ministerio de Hacienda para hacer explícito el cambio metodológico y su impacto en la medición respectiva; especialmente al tener en cuenta que dicha medición no es una estadística tradicional del Dane, sino un cálculo que se deriva del sistema de cuentas nacionales. Además, se diferencia del cálculo frecuente que realizaba anteriormente el DNP basado en la estimación de los parámetros de la función de producción, la estandarización de los respectivos factores e incluía un modelo de capital humano, lo cual podría explicar la diferencia con la cifra presentada.
Una estimación efectuada por un reconocido profesor de las Universidades Nacional y del Rosario, bajo métodos nuevos de cálculo, hace observable la oferta y demanda laboral, y muestra que la propuesta de la Ministra de Trabajo de aumentar el salario mínimo en un 10.0% podría llevar a una pérdida de más de 200.000 empleos. Dicho resultado podría ser sensible para el bajo crecimiento que viene presentando la economía, aunado al déficit fiscal que desacelera la reducción en la tasa de interés. Lo anterior posterga decisiones de inversión de las empresas, dada la incertidumbre actual del país.
Esta semana se define también la conciliación de Cámara y Senado a la modificación del Sistema General de Participaciones. Aunque es conveniente avanzar en la descentralización en el país, adoptada en el artículo primero de la Constitución (“Colombia es un Estado social de derecho organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales”), el proyecto genera tres inquietudes: su viabilidad fiscal, la aprobación de los recursos antes que la ley orgánica de competencias sea tramitada efectivamente; y, por último, las diferencias regionales y de tamaños de sus respectivas economías. Es fundamental que estos tres elementos sean incorporados en el proyecto de ley so pena de agregar más incertidumbre al panorama fiscal y económico, sin avanzar en la reducción de las grandes desigualdades regionales.
