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Columnistas | PUBLICADO EL 21 diciembre 2019

Más críticas

Por Rafael Isaza Gonzálezrafaelisazag@une.net.co

Amable lector. Es una realidad que los medios de comunicación se convirtieron en los voceros de quienes pretenden, al ritmo de las cacerolas, hacer responsable de todos los males del país al presidente Duque. Se une a esta comparsa el expresidente César Gaviria, manifestando que la reforma tributaria es mala, peligrosa y dañina. Y que los más favorecidos son los ricos.

El común de la gente que escucha los medios y lee los periódicos se siente estimulada para continuar con las protestas. Con perdón del doctor Gaviria, la reforma tributaria que el gobierno espera sea aprobada por el Congreso Nacional, sin ser una buena reforma, ayuda a tener un manejo fiscal menos incierto. Y a algunos ricos los pondrá a llorar. Dicho de otra manera, no aprobarla le haría más daño al país.

La solución de los grandes problemas de Colombia no está en manos del presidente. En forma abreviada se pueden señalar algunos. El narcotráfico destruyó los principios que nos enseñaron los mayores. Este tremendo mal solo se podrá erradicar si los partidos políticos apoyan sin tapujos al Presidente. Mientras más se tarde en actuar, más difícil será detener la fuerza devastadora de este diabólico negocio.

La corrupción, en buena parte alimentada por el narcotráfico, requiere el consenso de los partidos políticos, si no existe una ayuda eficaz de estos, el presidente podrá hacer muy poco para corregir tan nefasta práctica.

La justicia, tan enferma, tan desprestigiada, tan politizada, es una pieza suelta del Estado, que cada vez está más distante de los problemas del país. Parece difícil encontrar una manera que permita recuperar el camino de los jueces, que no es otro diferente al de aplicar la ley según los principios éticos y de la razón.

La educación pública de tan pobre calidad, sin el respaldo sincero de Fecode, el Presidente y su ministro al final de su mandato no podrán mostrar ninguna mejora en ella.

Es curioso que en el régimen impositivo actual el personal de la justicia y la educación, son los únicos que gozan de un generoso privilegio fiscal que no tiene ningún otro trabajador.

En el régimen pensional, basta que el presidente le pida al Congreso eliminar la nociva práctica según la cual las personas de mayor capacidad económica, después de cotizar muy poco se trasladan al régimen público.

A partir del año 2012 las reformas tributarias se caracterizan por un laberinto de figuras exóticas que han dificultado mucho más la elaboración de las declaraciones de renta. Con ello se ha favorecido la evasión fiscal. La complejidad que representa semejantes enredos impide que haya un buen manejo administrativo.

El presidente Duque, pienso que estuvo muchas veces al lado del monumento de Lincoln en Washington. Este estaba perdiendo la guerra con el Sur. Cambió sus generales y así logró consolidar la unión de esa gran nación.

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