x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

Vulnerabilidad

En una ciudad como Medellín, cada temporada de lluvias nos recuerda —con crudeza— que el futuro se construye desde la prevención.

hace 8 horas
bookmark
  • Vulnerabilidad
  • Vulnerabilidad

Por María Bibiana Botero Carrera - @mariabbotero

Las lluvias de los últimos días han hecho visible lo que en Medellín muchas veces olvidamos: nuestra profunda vulnerabilidad frente a los eventos climáticos extremos. Las más de 350 familias afectadas, las inundaciones que paralizaron la ciudad y los deslizamientos que obligaron a evacuar hogares son tragedias que, más allá de las cifras, nos confrontan con una verdad incómoda: no estamos preparados.

Según el DAGRD, las precipitaciones en Medellín han estado un 30% por encima de los promedios históricos. En el contexto nacional, el IDEAM ya había advertido que la temporada de lluvias entre marzo y junio traería acumulados superiores al 50% en algunas regiones. Y si bien estos datos confirman un comportamiento climático excepcional, también reflejan una realidad que llegó para quedarse. El cambio climático ya no es un escenario futuro: es un presente urgente.

En medio de este panorama, destacamos la pronta respuesta de la Alcaldía de Medellín, en cabeza del DAGRD, que ha desplegado su capacidad técnica y operativa para atender las emergencias. Y aún más, la solidaridad espontánea de los ciudadanos, que una vez más se hace visible cuando más se necesita. Ese reflejo colectivo, que pone primero la vida, es también parte de la resiliencia que necesitamos construir como ciudad.

Para el 2050 Colombia enfrentará un aumento de temperatura de hasta 2 °C, acompañado de lluvias más intensas en unas regiones y sequías más severas en otras. Antioquia es una de las zonas del país con mayor riesgo de remoción en masa e inundaciones, y el Banco Mundial alerta que, sin adaptación efectiva, el país podría perder hasta un 2,5% de su PIB real en los próximos 25 años.

Medellín necesita con urgencia una agenda robusta de adaptación. Esto implica dejar atrás la lógica reactiva —de declarar emergencias y lamentar pérdidas— y pasar a una lógica preventiva, con inversiones estructurales que reduzcan los riesgos y protejan a los más vulnerables. En este sentido, el actual proceso de revisión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que se llevará a cabo este año, es una oportunidad decisiva.

No se trata solo de planear bien la ciudad, sino de hacerlo pensando en la variabilidad de las condiciones climáticas que tendremos. Expansión urbana con criterios sostenibles, soluciones basadas en la naturaleza que mejoren la capacidad de retención del agua, conservación de cuencas abastecedoras, más espacios verdes y viviendas adaptadas al riesgo, son parte de las acciones recomendadas por el Panel Distrital de Expertos en Cambio Climático. Todas ellas posibles. Todas ellas urgentes.

La vulnerabilidad no es solo climática: la falta de planificación, la ocupación de zonas de riesgo, los hábitos que atentan contra caños y quebradas y la desconexión entre el conocimiento técnico y las decisiones políticas. Pero también es la desconexión entre lo que sabemos que debemos hacer y lo que realmente hacemos.

Este es un llamado a priorizar la vida, a poner la resiliencia en el centro de la conversación urbana y a no postergar lo impostergable. Porque adaptarse al cambio climático no es una opción, es una necesidad vital. Y porque, en una ciudad como Medellín, cada temporada de lluvias nos recuerda —con crudeza— que el futuro se construye desde la prevención.

*Presidenta Ejecutiva Proantioquia

Sigue leyendo

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD