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Uno podría pensar que el mundo del cine devora a sus estrellas como Saturno a su hijo en el famoso cuadro de Goya. Pero el boom de directores en activo que tienen más de 80 y 90 años desdibuja esta imagen. Eastwood, Ridley Scott, Scorsese o Allen son solo algunos de los creadores que estrenan películas, están llenos de proyectos para el futuro y aún no se les cruza por la cabeza retirarse de su actividad artística.
No es que vivan en alguna de las famosas zonas azules de la geografía mundial donde la longevidad de sus habitantes sorprende porque supera los 100 años. Tampoco se puede decir que han optado por decisiones tan radicales como la de inyectarse la extraña droga que se aplica Demi Moore en La Sustancia para recuperar la juventud. El asunto va por caminos más profundos.
Una mirada a la cartelera de cine confirma que este “club” de felices no jubilados es bastante numeroso y está en plena actividad. Clint Eastwood, a sus 94 años, acaba de apuntarse un éxito de crítica con su película Jurado No 2 que ya va camino de los Oscar y es la número 40 de su carrera como director. El británico Ridley Scott, 87años, estrenó Gladiator II y ya lo convirtió en éxito de taquilla. Y en una entrevista reciente aseguró que tiene siete proyectos entre los que destacan una nueva historia de la saga de Alien y el biopic de los Bee Gees.
A sus 91 años Costa Gravas presenta El último suspiro, una delicada historia en la que se aborda el derecho a morir dignamente de los enfermos terminales. Asegura que piensa dirigir hasta que el cuerpo aguante y que le gustaría emular al portugués Manoel de Oliveira, que estrenó su última película al cumplir los 106. Otro que no piensa retirarse es Martin Scorsese, quien a los 82 ya empezó a trabajar en su próxima cinta de 80 minutos sobre la vida de Jesucristo. Ni mucho menos Liliana Cavani, de 91, que el año pasado ofreció su conmovedora historia coral sobre el inminente fin del mundo, L´ordine del tempo.
Woody Allen, próximo a cumplir los 89, dirigió su película número 50 en el 2023, la divertida comedia negra Golpe de suerte. James Ivory, de 96 años, se ganó un Oscar por Call me by your name hace siete. Francis Ford Coppola, de 85, se gastó más de 100 millones de dólares para realizar la no muy bien aceptada Megalópolis y su compatriota Brian de Palma, 84, estrenará el próximo año el thriller criminal Sweet vengeance. La lista podría seguir con nombres de octogenarios como Barry Levinson, Stefen Frears, Ken Loach, Mike Leigh, Hayao Miyazaki, Dario Argento o David Cronenberg, quienes tampoco piensan soltar la cámara.
Sus ganas de querer seguir contando historias sin dejarse limitar por el dios Crono confirman la teoría de que la vejez es más una construcción social que una realidad biológica objetiva, y que la juventud la definen la curiosidad y el propósito.
