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Columnistas | PUBLICADO EL 09 abril 2023
Lecciones del pasado
Las discusiones de hoy sobre la Paz Total, aunque no lo crean, eran las mismas hace 20 años. Hoy cumplimos 75 años del 9 de abril, ojalá las lecciones del pasado iluminen la toma de decisiones por la paz ahora.
Por Rafael Pardo Rueda - redacción@elcolombiano.com.com
Hace 21 años en el Congreso se realizaron unas audiencias públicas sobre el fenómeno de las autodefensas o paramilitares. Es mi deseo contribuir a La Paz Total, por lo que espero que las lecciones del pasado, ayuden a clarificar el camino.
Distingo en la Paz total, dos componentes: los que tienen o nacieron por motivaciones políticas, el Eln, las disidencias de Iván Mordisco y de Iván Márquez, -esta última depende de conceptos jurídicos- y las que no tienen motivos políticos, solo son organizaciones del crimen y las rentas ilícitas.
Las discusiones de hoy, aunque no lo crean, eran las mismas hace 20 años. Dos posiciones quedaron planteadas en las mencionadas audiencias.
La primera posición: con los paramilitares no se negocia, sus delitos han sido los más atroces cometidos en el contexto del conflicto. A ellos el Estado debe someterlos para lograr una efectiva desmovilización, así como el desmonte real de sus estructuras orgánicas de dominación.
En ese momento del país, llegó a plantearse que el proceso con ellos era una negociación del Estado consigo mismo, dado que los paramilitares habían sido el brazo siniestro e ilegal de la guerra sucia. En este sentido, afirmaban que la única finalidad del proceso, era la de evadir la responsabilidad del Estado en los crímenes cometidos por los paramilitares.
El Clan del Golfo entra en la primera posición. Tienen control territorial, tienen una gobernanza regional y están en capacidad de sostener operaciones militares por un tiempo prologado. Hasta se les permite hacer obras de infraestructura sociales como escuelas, centros de salud, viviendas etc. Así no estén oficialmente en el Cese al Fuego, de acuerdo al Ministro de Defensa sí hay negociaciones, y es un error. El único escenario posible para ellos es el sometimiento.
Hay otros grupos que son una versión 2.0 de las autodefensas y que operan en Sierra Nevada y Catatumbo con sus respectivos grupos urbanos, para ellos también es el sometimiento.
En las audiencias de ese entonces, sin embargo, existía una segunda posición que favorecía la negociación de ese momento. Y aunque no estoy de acuerdo, la expongo: se consideraba que los grupos de autodefensa tenían finalidades políticas que les eran comunes –como la lucha contrainsurgente y la protección de la seguridad y la prosperidad económica– con orígenes, fuentes de financiación y estructuras organizativas diversas. No obstante, les reconocían su naturaleza política -“si es que el derecho natural a la autodefensa termina siendo injustamente tipificado como delito”– y se aceptaba que son delitos políticos que merecen similar tratamiento a aquel que han recibido los guerrilleros que han abandonado la lucha armada.
La negociación, desde esta perspectiva, les garantiza su único interés: lavar su responsabilidad criminal, blanquear los bienes obtenidos y legalizar las estructuras de dominación que han venido construyendo.
La Corte Constitucional entonces, al revisar la ley de Justicia y Paz, les quitó toda connotación política. Y si insisten 20 años después, volverá a ocurrir lo mismo.
No es la primera vez que se busca desmovilizar a este tipo de organizaciones. En 1990 y 1991, con los mecanismos recién establecidos de sometimiento a la justicia, - confesión, denuncia de delitos, aporte en tierras, entrega de armas,- se sometieron tres grupos que habían ejercido actividades paramilitares o de autodefensa en Puerto Boyacá, en Pacho, Cundinamarca, en Córdoba y en Urabá.
Más atrás en la época de la violencia hay que recordar a ‘Los pájaros.’ O a ‘Los guerrilleros de paz’ que eran guerrillas que se entregaban y que después durante un tiempo perseguían a las guerrillas que atentaban contra el Estado.
Cumplimos 75 años del 9 de abril, ojalá, las lecciones del pasado, iluminen la toma de decisiones por la paz ahora.
Hay que programar otras audiencias, tal vez en el Congreso, que den claridad sobre la Paz Total.
