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No ser un oyente marginal

Clave, leer libros tan claros, comprensibles y útiles como Por qué fracasan los países, de dos ganadores del Premio Nobel de Ciencias Económicas.

21 de octubre de 2024
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  • No ser un oyente marginal
  • No ser un oyente marginal

Por Juan José García Posada - juanjogarpos@gmail.com

Aunque no sea posible corregir la ignorancia supina en cuestiones de economía, sí debe alcanzarse una actualización mínima para dejar de ser un oyente marginal de las radiotertulias matutinas, en las cuales casi todo está marcado por el signo de pesos. ¿Pasarme a otro programa en el que no hagan tan abstrusa la comprensión del panorama informativo? Leer, estudiar, hablar de economía con amigos que nos aventajen en el conocimiento del contexto económico y financiero y nos faciliten la explicación adecuada de esos fenómenos que, a la hora de la verdad, pueden incluso reducirse a términos sencillos y aprehensibles. Una clave está en tratar de simplificar con lógica de administrador del presupuesto doméstico. Y otra, mejor todavía, en leer libros tan claros, comprensibles y útiles como Por qué fracasan los países, escrito por dos ganadores del Premio Nobel de Ciencias Económicas de este año.

Los autores de esa obra utilísima son Daron Acemoglu y Simon Johnson. Comparten el premio con James Robinson. Los tres coinciden en exponer, describir y explicar la oposición entre las instituciones extractivas y las integradoras y relacionar las primeras con males tan destructivos como la corrupción. A Colombia le dedican apartes muy significativos, para situar nuestro país en un lugar intermedio, sin dejar de criticar las amenazas y los vicios seculares que han frenado el desarrollo equitativo de nuestra economía. Sobre todo Robinson, que ha vivido en esta nación y lo ha distinguido como profesor la Universidad de los Andes, que emitió un justo reconocimiento al conocerse la noticia del jurado sueco. En síntesis, esto se conceptuó desde Estocolmo: “Reducir las enormes diferencias de ingresos entre los países es uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Los galardonados han demostrado la importancia de las instituciones sociales para lograrlo”, afirmó Jakob Svensson, presidente del Comité del Nobel.

Por supuesto que prefiero recomendar la lectura del bestseller a escribir un resumen ilustrativo. Se encuentra en librerías y en la red con suma facilidad. Impresiona la prolijidad con que los dos profesores afrontan el análisis de la situación mundial, mediante ejemplos muy concluyentes al enfatizar en el poder acumulador de las fuerzas extractivas. En Zimbabue, en tiempos del tirano Mugabe, este sujeto era tan cínico y abusivo que hasta hizo trampa una noche para ganarse la lotería nacional, ante la sorpresa de una audiencia indignada pero impotente.

En Colombia, como lo ha estudiado el profesor Robinson, las instituciones extractivas han disfrutado de la debilidad estatal y se han apoderado de recursos mineroenergéticos como el oro y el petróleo. Así han causado incontables conflictos. La explotación descarada de recursos naturales, el apoderamiento impune de los bienes de la gente y de todo lo que se les atraviese gracias a la incapacidad del régimen, ha sido fuente de los más graves problemas y signo de corrupción. Para dejar de ser un oyente o un interlocutor marginal es pertinente saber algo de temas económicos y leer este libro esencial.

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