Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
Por Juan David Escobar Valencia - opinion@elcolombiano.com.co
Los colombianos nos complicamos la vida desperdiciando tantos “genios” convertidos en presidente o aspirantes vitalicios a serlo, y por ignorarlos no resolvemos los problemas que nos acosan. En cambio, gente de países avanzados les están haciendo caso a estas “disruptivas mentes innovadoras”. Recordemos algunos ejemplos de la “sabiduría” mamertística criolla.
La aspirante presidencial y exalcadesa capitalina, ante los reparos de conductores por el costo del impuesto que paga un vehículo, dijo en 2022 en una revelación casi celestial: “lo invito a que lo venda”. ¡No haber sabido antes! Y uno sufriendo por el aumento incesante del precio de los alimentos y los medicamentos, los que aún se consiguen.
Durante el intento de golpe de Estado y toma terrorista de abril de 2021, disfrazado de “estallido social” y causante de más daños que la pandemia, a los camaradas que dicen en público ser de “centro” cuando sabemos que no solo su corazón está al lado izquierdo: Sergio Fajardo, Humberto de la Calle, Juan Fernando Cristo, Juan Manuel Galán y Jorge Enrique Robledo; lo que les preocupaba de los infames bloqueos no era que se estuviesen presentando, sino que eran “prolongados” (31 de mayo de 2021). ¡No haber sabido antes! Si lo secuestran durante 3 años, alégrese de que no sean 8.
Pero imbatible es quien nos desgobierna cuando en una de sus alucinadas serendipias, aunque seguro le tomó años llegar a ese descubrimiento en uno de tantos posgrados “iniciados”, dijo recién posesionado que: “Si logramos que una serie de actividades de la sociedad colombiana, que hoy se consideran crimen, no se consideren crimen más adelante, pues habrá por definición menos crimen en Colombia”. ¡No haber sabido antes que los problemas desaparecen cuando dejas de verlos!
Pues esta “lógica surrealista” a la que no logramos acceder, está siendo aprovechada por gente del primer mundo que “sí sabe arreglar problemas”, especialmente cuando son más grandes que los recursos para solucionarlos. El alcalde de Belcastro, un pequeño pueblo del sur de Calabria, una de las regiones más pobres de Italia donde más de la mitad de la población supera los 65 años y su sistema de salud quedó en manos exclusivas del sector público hace casi 15 años, ordenó a los pobladores: “evitar contraer cualquier enfermedad que pueda requerir asistencia médica de emergencia”, “no tener comportamientos que puedan ser perjudiciales y evitar accidentes domésticos”, y “no salir de casa con demasiada frecuencia, viajar o practicar deporte, y [en cambio] descansar la mayor parte del tiempo“. Minsalud lo podría contratar junto con la Mazzucato para que propongan que: si lo que llamamos “enfermedades”, no lo son, pues estaremos más sanos por definición.
Aclaro que el decreto del alcalde Antonio Torchia fue realmente un sarcástico anuncio para llamar la atención del problema sanitario de su región, que supuestamente se resolvería en 2022 cuando anunciaron que Cuba enviaría 497 “médicos”, (pausa para reírse), a la región durante tres años. En cambio, en Colombia los decretos de esa “élite erudita” que nos desgobierna no son bromas irónicas, sino el resultado de las consignas ideológicas que son lo único que habita en sus cerebros con un inventario decreciente de neuronas, como sucede con la población de Belcastro.