x

Pico y Placa Medellín

viernes

no 

no

Pico y Placa Medellín

jueves

no 

no

Pico y Placa Medellín

miercoles

no 

no

Pico y Placa Medellín

martes

no  

no

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

no aplica  

language COL arrow_drop_down

El Mordisco de un fantasma

Que las disidencias han engordado en los últimos años no lo digo yo, sino múltiples informes y artículos bien documentados por compañeros colombianos.

17 de abril de 2025
bookmark
  • El Mordisco de un fantasma

Por Humberto Montero - hmontero@larazon.es

La Marquetalia, segunda, tercera o cuarta, está más viva que nunca. Al margen de los enfrentamientos entre las distintas disidencias y de si el mando de Iván Márquez sobre buena parte de los narcoguerrilleros de las supuestamente extintas FARC es real, suponiendo que siga vivo, lo cierto es que los terroristas campan a sus anchas de nuevo.

El hallazgo de más de un millar de minas antipersona y otros explosivos en una zona rural del departamento del Putumayo, dan idea de que las guerrillas no se han desmovilizado, más bien lo contrario. Además de las minas, se interceptaron 459 kilos de explosivo anfo, de alta potencia, y 230 kilos de metralla. No hablamos de pirotecnia para celebrar, sino de armamento para causar mucho dolor.

El arsenal, según la Marina, pertenece a la Estructura 48 Comandos de Frontera, precisamente una disidencia de la Segunda Marquetalia de Márquez.

El rearme de los Comandos de la Frontera respondería a la captura de uno de sus jefes negociadores, Andrés Rojas, alias “Araña”, en febrero pasado al finalizar un ciclo de conversaciones en Bogotá.

Rojas es miembro de la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, que reúne a los Comandos de la Frontera y la llamada Coordinadora Guerrillera del Pacífico, grupos que siguieron los diálogos de paz con el Gobierno tras escindirse de la Segunda Marquetalia.

“Araña” es requerido por una corte de California (EE UU) por cargos relacionados con actividades de narcotráfico y está pendiente de que el Gobierno colombiano autorice o no su extradición.

Pero ninguno de esos tipos es hoy por hoy quien debe preocuparnos. Es Iván Mordisco, un fantasma del que no se sabe si está vivo o está muerto y el hombre más buscado del país, por el que se ofrecen 4.450 millones de pesos nada menos. Al fulano le siguen en las sombras más de la mitad de los sicarios del llamado Estado Mayor Central, otro grupo de mafiosos que todavía pretenden hacernos creer que combaten por una causa justa. Con más de 20 años con las manos manchadas de sangre, en realidad se trata de un liderazgo relativamente reciente, que surge en 2016 cuando comanda la disidencia del Frente Primero de las FARC. No hablamos de cuatro gatos, sino de 3.500 matones capaces de todo.

Que las disidencias han engordado en los últimos años no lo digo yo, sino múltiples informes y artículos bien documentados por compañeros colombianos. Que han crecido gracias a Petro sí me lo pueden atribuir y no creo que descarrile. El problema es que, con cada patinazo del Gobierno, con cada gesto de debilidad, hay más niños reclutados forzosamente en facciones, cuya actividad es ya puramente delictiva. Niños que terminarán por poner una bomba al paso de un convoy o reventarán una comisaría perdida allá donde a nadie le importe.

Se irá Petro y dejará un frente criminal atomizado en mil retales con el que será imposible negociar nada porque ni siquiera habrá un mando claro. Una hidra con mil cabezas, más difícil de decapitar que cuando la lideraba el maldito Tirofijo.

Sigue leyendo

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD