x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

¿El fin de los delirios de Putin?

Moldavia no solo ha iniciado conversaciones formales con Bruselas, junto a Ucrania, para su adhesión a la Unión Europea, sino que, amenazada por Moscú, podría comenzar a tomar partido bélico.

15 de agosto de 2024
bookmark
  • ¿El fin de los delirios de Putin?

Por Humberto Montero - hmontero@larazon.es

La ofensiva ucraniana sobre el Oblast ruso de Kursk puede traer consecuencias trágicas para el Kremlin y el alivio para una población rusa hastiada de la tiranía. La primera es que Ucrania ha pasado a controlar más de 30 localidades rusas en solo una semana, unos 1.000 kilómetros cuadrados, mostrando a Putin los colmillos más afilados que nunca.

La segunda, que Moscú, se ha visto obligado a evacuar 120.000 personas de Kursk y a unas 11.000 en la región vecina de Belgorod.

La tercera, que el maltrecho y desgastado ejército ruso podría verse obligado a retirar un volumen de fuerzas significativo del este de Ucrania, donde intenta mantener el control en la región del Donetsk. Moscú ya ha trasladado algunas de sus fuerzas a Kursk, en particular desde el norte de Járkov, Kupiansk y algunas zonas de Donetsk, para tratar de contener el empuje de las fuerzas ucranianas.

Ante las intenciones de Moscú de sumar otros casi 200.000 efectivos a sus fuerzas en Ucrania, Kiev pretende retrasar el despliegue, trasladando los combates fuera de su territorio, atacando objetivos logísticos rusos. El desgaste de las tropas -y también el político para Putin-, y la evidente ralentización de las operaciones rusas comienzan a pasar factura al Kremlin.

El hecho de que Rusia haya sido incapaz de impedir la pérdida de territorios en Kursk ha mostrado su debilidad a todo el mundo y que sus “infinitas reservas de personal” son pura propaganda con tropas cada vez más inexpertas y mayores, al tener que recurrir a las siguientes hornadas de reclutas.

De hecho, la edad promedio de los soldados rusos ha pasado de 30 años al inicio de la invasión a casi 38, lo que pone en duda la capacidad de seguir manteniendo una gran presión en él frente a largo plazo. Pero hay más consecuencias de la ofensiva sobre Kursk que podría cambiar el curso de la guerra. Ucrania se ve con fuerzas de ampliar la guerra a lo más profundo de Rusia. Al final, de Kursk a Moscú apenas hay 500 kilómetros, unas siete horas por carretera.

Por eso, Kiev ha pedido a sus aliados que le permitan utilizar misiles para poder atacar más allá al enemigo y no solo defenderse. Además, repúblicas ex soviéticas como Moldavia, fronteriza con Ucrania y próxima a Odesa, parece haberle perdido el miedo a Moscú. No solo ha iniciado conversaciones formales con Bruselas, junto a Ucrania, para su adhesión a la Unión Europea, sino que, amenazada por Moscú, podría comenzar a tomar partido bélico.

Y es que Moldavia vive su propia invasión rusa en la región separatista prorrusa de Transnistria, apenas una legua que recorre toda la frontera con Ucrania, entre la orilla oriental del río Dniéster. Allí, entre estatuas a Lenin y símbolos soviéticos, hay 1.500 militares rusos en una presunta misión de paz que no es más que otra ocupación de un territorio soberano.

Las vergüenzas y los descosidos comienzan a resquebrajar el sueño imperialista de Putin entre una población rusa cada día más agotada y cansada de los delirios del Kremlin.

Sigue leyendo

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD