Pico y Placa Medellín
viernes
0 y 6
0 y 6
La meta no debe ser el afán por el poder en sí mismo, sino para qué se utilizará, cómo será distinto de lo actual y qué ajustes o mejoras se realizarán.
Por Federico Hoyos Salazar - contacto@federicohoyos.com
Jugando en el filo de la participación en política, el ministro del Interior, Benedetti, ha propuesto un “frente amplio” entre varios partidos para enfrentar a la oposición. La iniciativa del nuevo ministro gira exclusivamente en torno a la permanencia en la dirección estatal y no a una visión de país o un proyecto político nacional. Fiel a su estilo, a Benedetti poco le importan las ideas; su meta es la acumulación de poder, y eso es lo que ahora le plantea al país.
Mientras el ministro lidera una coalición de fuerzas para las próximas elecciones al Congreso y la Presidencia, en la oposición siguen surgiendo nuevos aspirantes a la carrera presidencial. La creciente diversidad de precandidatos impide que la atención de la opinión pública se concentre en pocos perfiles y propuestas, generando así una distracción a gran escala y, posiblemente, una mayor dificultad para la elección de un candidato único.
El “frente amplio” será construido con clientelismo, pues no hay nada en común entre los partidos y políticos tradicionales y las fuerzas del llamado progresismo. Estos últimos necesitan de la organización y los votos de las maquinarias electorales, y, a su vez, los otros necesitan del poder en la administración estatal que hoy tiene el progresismo. Esta codependencia, más que un reto, representa una oportunidad para la oposición de presentar una propuesta alternativa.
Como los errores no se deben remediar con otros errores, la oposición debe evitar caer en la tentación de hacer coaliciones vacías y aprovechar la oportunidad para visibilizar esta nueva unión clientelar y exponer una visión y propuesta sintonizadas con las principales urgencias del país.
El mensaje de cambio basado en la promesa de hacer política de manera diferente, cívica y con transparencia, se ha pulverizado. De igual manera, la esperanza de administrar los recursos públicos e invertirlos en otras prioridades. Estas desilusiones deben ser atendidas con visión, propuestas claras y capaces de emocionar en medio de la pérdida de confianza.
A la propuesta vacía de hacer coaliciones, se debe responder de manera diferente. La meta no debe ser el afán por el poder en sí mismo, sino para qué se utilizará, cómo será distinto de lo actual y qué ajustes o mejoras se realizarán. Asimismo, será fundamental que la oposición presente cuáles son los principios compartidos y la escala de prioridades de los asuntos que deberá enfrentar el próximo gobierno.
El “frente amplio” presentado por Benedetti es una gran oportunidad para proponer una visión alternativa sobre el futuro de Colombia, cimentada en principios compartidos y no en la simple repartición del poder.