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Columnistas | PUBLICADO EL 08 enero 2022

Experiencia inútil

Por RAÚL E. TAMAYO GAVIRIA rtamayo@une.net.co

Hace muchos años, fui con la familia de mi esposa a la bella ciudad de Popayán durante la celebración de la Semana Santa. Mis suegros querían admirar las procesiones y ceremonias durante la Semana Mayor en esa ciudad, que son famosas en Colombia y en el exterior.

Recuerdo que nos hospedamos en el hotel Lindbergh, situado en la calle cuarta, con carrera quinta, frente a la Universidad del Cauca, porque desde sus balcones se veían casi todas las procesiones importantes.

En esos días nos contaron que una vez pasó un arriero pastuso con su recua de mulas por la calle cuarta y al ver abierta una de las puertas de la universidad, intentaron entrar al claustro. Cuentan que el pobre pastuso gritaba:

—¡Atajarísmelas! ¡Atajarísmelas! ¡Que me las gradúan! ¡Que me las gradúan!

Por supuesto que a los famosos ingenieros, como Carlos Pérez Martínez, que son egresados de esa prestigiosa universidad no les gusta mucho ese cuento.

Pero si hemos visto en Colombia que asesinos, secuestradores, ladrones y violadores de menores han llegado al Parlamento colombiano, podríamos llegar a ver mulas graduadas.

Como tampoco les debe gustar a los chilenos la experiencia de haber votado por Salvador Allende en el año 1970, para que acabara con el país imponiendo el más atroz comunismo, hasta que acabó con la economía nacional, en solo tres años, y para sacarlo de la presidencia tuvieron que sacarlo muerto en manos del Ejército Nacional, comandado por Augusto Pinochet, quien asumió la presidencia y con disciplina y mano dura recuperó las finanzas, hasta convertir a Chile en una de las mejores economías de América del Sur.

Ahora, cincuenta años después, gana las elecciones y sube al Palacio de la Moneda un joven, Gabriel Boric, que hizo campaña, según dicen unos, destruyendo centros comerciales, bancos e, incluso, templos religiosos en las revueltas de hace un año, para captar votos de chilenos menores de cincuenta años y aún de treinta, especialmente mujeres, que no sufrieron ni recuerdan la dictadura de las “ollas raspadas” de Allende.

Afortunadamente, las elecciones para el Congreso fueron muy parejas entre la izquierda y la derecha, por lo que el gobierno no tendrá mayoría para imponerse. Tiene Boric, además, que acomodarse a la nueva Constitución, recién aprobada.

Me aterraba con las opiniones y manejos de Insulsa y la Bachelet, en la ONU, y ahora me llega un presidente con nombre de remedio.

Soñaba con volver a Chile y mostrarles a mis nietos los nevados de Puerto Montt, de la laguna de San Rafael en el Pacífico chileno. A saborear los vinos de Valparaíso y Villa Maipó, escuchando música de cuecas y sambas chilenas, pero estoy viendo nublada esa posibilidad. Con gobierno comunista no provoca.

Ñapa: Me quedaron faltando cualidades del presidente Iván Duque. Logró el salario mínimo más alto, pero aceptado por los empresarios, que tuvieron generosidad para hacerlo. Los ministros de Hacienda, Salud, Minas y Relaciones Exteriores, excelentes. El desminado por las Fuerzas Militares y Policía con el asesor de paz, Juan Camilo Restrepo, produciendo tranquilidad  

Si quiere más información:

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