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Columnistas | PUBLICADO EL 15 octubre 2021
Eso no es desarrollo
Por RAMIRO VELÁSQUEZ GÓMEZramirovego@gmail.com
No aprendemos. Seguimos apostando a lograr desarrollo por encima de la salud de nuestros recursos naturales, de los que, quiérase o no, dependemos.
En palabrerías, en enunciados huecos queda todo ese discurso de protección del medio ambiente y de la abundante naturaleza que posee Colombia.
Hace poco, el Instituto Humboldt entregó el informe Biodiversidad 2020. Estado y tendencias de la biodiversidad continental de Colombia. En el documento apreciamos que hasta ahora nos acompañan en el territorio 27 772 especies animales, 30 014 de plantas y 3 333 hongos.
Y hay datos preocupantes, como que 45 % de los árboles y arbustos endémicos del país están en riesgo de extinción, 155 de ellos en peligro crítico. ¿Por qué?
En los últimos años solo nos dedicamos a atacar, con relativo éxito, la deforestación galopante, que no solo se presenta en la Amazonia, y a preocuparnos por el cambio climático. Y ha existido cierta despreocupación por lo demás, como el estado de nuestros ecosistemas.
Hay un dato que muestra con claridad el daño que se ha venido haciendo. Un dato que asusta.
Dice el informe: “Entre 1990 y 2015 todos los departamentos que lograron aumentos en el Índice de Desarrollo Humano, incrementaron también su presión y degradación sobre el estado y la calidad de sus ecosistemas terrestres”. ¿Pero cómo puede existir desarrollo si acabamos el entorno que nos sostiene? Sí, eso es lo que está sucediendo, pese a discursos y mil anuncios de ministros, gobernadores y alcaldes.
La Fundación Alejandro Ángel otorgó esta semana los premios de ciencia, medio ambiente y solidaridad. En el segundo, el reconocimiento fue para el reconocido investigador Andrés Etter y colegas por su extenso y documentado trabajo sobre “Ecosistemas colombianos: amenazas y riesgos”, en el que se aplica la lista roja de ecosistemas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
¿Qué encontraron? En Colombia hay 81 tipos de ecosistemas: 54 forestales, 16 herbáceos, como sabanas y páramos, 6 arbustivos y 5 de humedal. De ellos, 20 se encuentran en estado crítico, 16 en peligro, 14 en estado vulnerable. Hay 31 que no generan preocupación.
Sí, estamos acabando con el territorio y su riqueza, porque seguimos aplicando mal, a estas alturas, el concepto de desarrollo. Así, Colombia de a poco se torna en un lugar hostil para la vida, que ya hace difícil la existencia y será peor para las próximas generaciones.
Pero eso a pocos les importa, la idea ha sido usufructuar nuestros recursos, así se agoten.
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