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Por Alberto Maya Restrepo
almayres@gmail.com
De ingenio, innovación o brillantez, su idea, señor alcalde Quintero Calle, de “trasladar” el aeropuerto Olaya Herrera a otro municipio, no tiene nada. Algunos de sus antecesores en ese cargo tuvieron pensamientos al respecto pero gracias a Dios no lo movieron, debiendo destacar las tareas que también desde los concejos de Medellín se hicieron para no respaldar esos intentos.
Retoma usted la idea al amparo quizá de los clamores de urbanizadores y constructores que sueñan con la cantidad de edificios de 30 pisos de altura, con 4 apartamentos por piso y 50 metros cuadrados de área cada uno, que pueden hacer allí. También habría incidido en su pensamiento la bronca que a ese aeropuerto le tienen en Bogotá, y no de ahora, pues puedo documentar esa “guerra” desde hace más de 60 años, a finales de la década del 50.
El aeropuerto Olaya Herrera ha sido logro de los medellinenses, y mucho que nos ha servido, como ha servido a tantas regiones de menos recursos y apartadas, afectadas por la mala conectividad terrestre o por la violencia o por catástrofes naturales. Debe comprenderse la importancia de un aeródromo en la ubicación del Olaya Herrera. Imagínese un terremoto en el Valle de Aburrá: ¿no es muy conveniente disponer de una pista de 2.500 metros de longitud y de una adecuada infraestructura para recibir ayudas o para despachar heridos a otros lugares?
Muchas otras entidades de asistencia, de seguridad, de instrucción, etc. también tienen base en el aeropuerto Olaya Herrera. No puede acabarse con algo que es fundamental para la ciudad, para su desarrollo y desempeño en lo social y en lo económico. Además, los autos voladores están a la vuelta de la esquina. Perfectamente esos terrenos e infraestructura se compartirán entre la aviación comercial, la privada y esos novedosos autos que demandarán de un lugar de acopio, operación, mantenimiento, etc. Este aeropuerto no solamente sirve hoy sino que tiene gran futuro, pero no como el que plantea Quintero.
Hago un llamado a los Honorables concejales de la ciudad para que debatan, como es su tarea, la idea del señor alcalde Quintero, miren la historia de ese terminal aéreo, recuerden los servicios que ha prestado y el potencial estratégico que tiene y, espero, como en concejos anteriores, nieguen tan desafortunado empeño.
Vaya alguien a Washington D.C. a proponer que saquen de donde está su aeropuerto National Reagan, próximo al centro de la ciudad, para que vea la reacción en contra. O vaya alguien a proponerles a los milaneses que retiren su aeropuerto Linate, que queda ahí en la zona urbana, para que vea la respuesta que le darán. Al principio de la actual pandemia Italia fue severamente azotada, en particular la ciudad de Milán. Cantidad de pacientes se salvaron al ser trasladados a otras ciudades contando con el aeropuerto Linate dentro de la ciudad. Son ejemplos esos, entre varios, de casos semejantes a la relación de Medellín con su aeropuerto Olaya Herrera.
Señor Quintero Calle: ¡olvídese de ese despropósito y elija salir de la alcaldía por la puerta grande!