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No recuerdo en todo lo que me ha tocado ver en Colombia, que se haya perseguido tanto a cualquier persona, y mucho menos a un presidente y hoy expresidente como al Dr. Álvaro Uribe, ni siquiera a los peores criminales que ha dado este país, que hoy se sientan en el Congreso de la República. Nunca había visto tantas columnas de opinión dedicadas a desprestigiarlo, por esto y por aquello, a quien según nuestro criterio sólo se ha dedicado a defender a Colombia de la amenaza del populismo de izquierda. Y ahí está su mayor “pecado”, atreverse a ser un dique de contención de las aspiraciones “políticas” (sólo ambición de poder) de nuestra colorida izquierda aleccionada en el famoso foro de Sao Paulo y cuyos desastrosos y corruptos resultados saltan a la vista por todo el continente.
Pero para un sector del periodismo colombiano, cuyo odio supera su capacidad de pensar, sólo ven fantasmagóricas relaciones con el paramilitarismo, oscuras tramas de compras de testigos. Pero esos mismos periodistas muchos de ellos enmermelados hasta la diabetes, no ven la oscura trama que llevó al nefasto expresidente Santos al poder, ni ven senadores claramente opositores al expresidente Uribe recorrer las cárceles del país, ofreciendo prebendas a cambio de cualquier testimonio que pudiesen inventar en contra del presidente Uribe.
Ni qué decir de la persecución en las altas cortes, donde este modelo de “izquierda” se ha afincado con tanto poder, ni de los maestros, punta de lanza de este proyecto peludo socialista que enseña en sus aulas el odio a Uribe como el credo máximo.
Afortunadamente somos muchos los colombianos que tenemos memoria, que nos ha tocado ver la imagen completa y que no tragamos entero. Que nos acordamos cómo era este país antes de sus periodos presidenciales. Que hemos sido testigos de su impecable comportamiento. Que a pesar de lo mucho que han escarbado sus detractores jamás lo han podido vincular con algún enriquecimiento ilícito. Que no ha salido de la Presidencia a disfrutar de apartamentos en Londres o en Miami.
Ad-portas de un episodio más de toda esta furiosa persecución, en su próxima indagatoria, no me queda más que decirle al presidente Uribe: Gracias, muchas Gracias por haber dedicado su vida por hacer una Colombia mejor, así muchos traten de cambiar la historia, su legado es imborrable.
Nota: Desde Miami, el presidente Duque se refirió al proceso judicial que enfrenta el expresidente Uribe, luego de que una colombiana le preguntara qué haría en caso de que el senador fuera detenido. Pese a que aclaró que debe guardar prudencia sobre el proceso, destacó la labor del expresidente a favor del país. “Yo lo único que puedo decir de un ser humano a quien he tratado tantas veces, y a quien considero además un gran amigo, es que él ha dado su vida por servirle bien a Colombia. Y yo entiendo que en la política hay seguidores y detractores, pero creo que es incontrovertible su servicio a Colombia y eso es algo que tiene que estar en la reflexión de cualquier colombiano”, dijo en la Universidad Internacional de la Florida.