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Si bien el Pacto Histórico logra en el Senado la prohibición de las corridas de toros, dicha ley que ya está para sanción presidencial, deberá entrar en vigencia transcurridos tres años de su promulgación. Sin sonrojarse la senadora Esmeralda Hernández manifiesta en entrevista a El Colombiano que considerando maltrato animal muchas expresiones artísticas y culturales de esta nación solo se dedican a la prohibición de las corridas de toros porque incluir otras prohibiciones como corralejas o riñas de gallos hundiría cualquier proyecto. En Duitama, dicha Senadora en compañía de otros integrantes del Pacto y el Alcalde derribaron entre risas y aplausos el conjunto escultural dedicado al torero Cesar Rincón, es decir de la prohibición pasaron a la burla y el irrespeto por la memoria artística y cultural y esta vez sin sonrojarse, Senadora y Alcalde manifestaron que “retiran” la escultura para su restauración y trasladarla a un lugar donde se pueda preservar. ¿Cuál será el lugar escogido? Quizás una urna al lado de cierto sombrero muy comentado en los últimos días. Retomo las palabras de la congresista Ana Rogelia Monsalve, “nos piden entender que el sombrero de Pizarro es patrimonio cultural de la nación y símbolo de paz, mientras derriban en un espectáculo circense la imagen de un hombre que contribuyó al desarrollo cultural y económico de nuestro país, dando visibilidad a nuestras ferias y plazas a nivel mundial”. ¿Qué seguirá en este gobierno de la igualdad, la libertad y la inclusión? ¿La destrucción de la obra del maestro Fernando Botero, rica en pinturas y esculturas alrededor de la tauromaquia? Persiguiendo a un sector cultural y económico, prohibiendo y humillando artistas vivos y fallecidos, arropados con el disfraz del animalismo, seguro se contribuye a la paz que los colombianos sin distingo de credo político soñamos.
