Síguenos en:
x
Columnistas | PUBLICADO EL 23 junio 2020

El libro del circo

Por david E. Santos Gómezdavidsantos82@hotmail.com

En abril de 2018, cuando el neoconservador John Bolton fue nombrado por Donald Trump como asesor de Seguridad Nacional, se prendieron todas las alarmas en Washington. Su hoja de vida lo definía como un halcón clásico, funcionario de la era Reagan y de los dos Bush, amante del unilateralismo y cercano a la derecha recalcitrante; credenciales suficientes para que el presidente de EE.UU. lo sentara a su lado y lo convirtiera en su mano derecha en política exterior. Solo un par de meses después, presidente y asesor empezaron a chocar y para septiembre de 2019 lo que había iniciado como una luna de miel terminó con un divorcio escandaloso. Bolton, político curtido en mil batallas, dejó ver que su jefe lo había desilusionado, que era poco menos que un incompetente, desconocedor de la geopolítica e ignorante del manejo diplomático.

Una vez afuera del gabinete el experimentado político no perdió el tiempo y firmó un contrato por dos millones de dólares para narrar con detalles el circo que se vive en el Salón Oval. El resultado es un libro que, aunque Trump pretende silenciar, ya está en las calles con el diciente título de La habitación donde ocurrió.

Los detalles que revela el texto de casi 600 páginas dibujan una presidencia al garete. Trump -siempre según Bolton- ha pedido ayuda a Pekín para ganar las elecciones, se deja manipular por Vladimir Putin cada vez que tienen un encuentro (personal o por teléfono) e interfiere con la justicia de su país para hacerle favores personales a presidentes cuestionados internacionalmente. En cuanto a Latinoamérica, dice Bolton, Trump considera a Juan Guaidó un tipo débil, infantil e incapaz de enfrentar a Maduro, aunque coqueteaba con la idea de invadir Venezuela porque lo consideraba “cool”.

A estas alturas lo que resulta sorprendente no es el nivel de banalidad expuesto, si no la candidez con la que Bolton relata las ilegalidades que pasaron frente a sus ojos. ¿No es cómplice por el silencio que guardó cuando todo ocurría? La verdad, poco le importa.

El viejo halcón, como tantos otros, vio su paso por la Casa Blanca como una oportunidad de hacer dinero. Porque en una presidencia que es un mal reality show los funcionarios toman nota y luego venden sus secretos. No hay remordimiento alguno en que ellos mismos sean los que agujerean el barco que ahora hace agua.

David E. Santos Gómez

Si quiere más información:

.