viernes
no
no
Esto ya lo habíamos dicho antes, pero como se acercan las fiestas de Navidad y año nuevo, vale la pena hacer otra vez la reflexión.
Definitivamente no hay nada ni nadie más ridículo que un borracho o una borracha. El pelo desordenado, los ojos brotados, rojizos y vidriosos, dando vueltas como una licuadora.
La nariz roja, hinchada y mocosa de degenerado. La boca torcida, con restos de comida y semiabierta que deja escapar un tufo de cobija de gamín. Una cumbamba temblorosa como el Galeras. Unas manos...
ESTE CONTENIDO ES EXCLUSIVO
PARA SUSCRIPTORES
¿Ya sos un suscriptor? Iniciá sesión
Al realizar el registro de tus datos por medio de estas redes
sociales, aceptas los términos y condiciones, de tu
información personal y el uso de tu información por terceros
de El Colombiano disponibles www.elcolombiano.com
y el envío de noticias a tu correo.
SI YA ESTÁS REGISTRADO
Iniciá sesión con tu correo y contraseña
¿QUERÉS SER UN SUSCRIPTOR?
TENEMOS PLANES DESDE
$14.900,
Seleccioná el que más te convenga:
9 razones más para compartir tus datos con EL COLOMBIANO