Síguenos en:
Columnistas | PUBLICADO EL 22 febrero 2023

Doce meses de terror

Después de varios ministros rusos y generales desplazados por sus torpezas, Putin parece reconocer que su golpe de astucia geopolítico se modificó lentamente en un error militar, económico y social.

Por David Ernesto Santos Gómez - davidsantos82@hotmail.com

La guerra que iba a durar unas semanas cumple un año. La invasión de Rusia a Ucrania, que estaba destinada a mostrar la implacable y contundente maquinaria de guerra de Vladimir Putin se transformó en una batalla empantanada de pocos avances y muchos retrocesos, de desórdenes estratégicos y soldados confundidos, de un negocio multimillonario para grupos de mercenarios. De más de 45 mil muertos (cifras no oficiales hablan de cerca de 300 mil) y 18 millones de desplazados que cruzan las fronteras de los territorios bombardeados para llegar a sus vecinos europeos o a América.

Después de varios ministros rusos y generales desplazados por sus torpezas -o por advertir verdades incómodas para el Kremlin-, Putin parece reconocer que su golpe de astucia geopolítico se modificó lentamente en un error militar, económico y social. La idea de afianzar el nacionalismo de un país, que a juicio del presidente no se recupera del golpe del fin de la Guerra Fría, parecía el camino ideal para solidificar su poder tras más de dos décadas al mando. Sin embargo, si bien aún cuenta con un apoyo importante entre la ciudadanía que compra el relato oficial y justifica la invasión, aumentan las voces críticas que ven con pánico el número de soldados y civiles rusos muertos, los llamados drásticos al reclutamiento y, sobre todo, el deterioro de la economía diaria a causa de las sanciones impuestas por Europa y Washington.

Hablamos hace un par de semanas, en este espacio, del envío de unas cuantas docenas de los tanques alemanes Leopard II, sumados a otro puñado de tanques británicos y franceses y estadounidenses, que pretenden dar un vuelco a la guerra a favor de Ucrania. Decíamos también que el proceso tardará por el adiestramiento que necesitan los soldados de Zelenski para manejarlos. Bueno, la instrucción ya ha empezado y la respuesta rusa ha sido contundente. Bombardeos sin pausa en las franjas de batalla para imposibilitar, o demorar, la recuperación del enemigo. El nivel de fuego de los últimos días ha sido tal que algunos analistas hablan del inicio de la operación primavera, una etapa que estaba reservada para al menos dentro de un mes, pero que se aceleró ante las novedades bélicas ucranianas. El temido movimiento aumentará exponencialmente la destrucción y, por su puesto, el número de muertos y de desplazados.

Este viernes, 24 de febrero, cuando se cumpla el año exacto de la orden rusa para invadir a su vecino, es altamente probable que Rusia pretenda conmemorar la fecha con una lluvia de bombas y un avance terrestre contundente contra Ucrania. Putin lo ve como una nueva oportunidad para enseñar su brazo político en casa y el poderío militar de su nación al mundo. Lo intentará una y otra vez y cuantas más sean necesarias porque él, ante lo que considera una humillación, antes de retroceder, acelera. Y lo que tenga que pasar que pase.

David E. Santos Gómez

Si quiere más información:

.