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Hace falta una visión de nación que renueve la confianza de la ciudadanía en que el futuro para nuestros hijos puede ser mejor que el presente polarizado, asustador y desesperanzador.
Por David Yanovich - opinion@elcolombiano.com.co
La oposición política en Colombia está pasando por una crisis que no da muestras de resolverse. La enorme cantidad de pre-candidatos es solo una muestra. Pareciera que cada quien está pescando en río revuelto a ver que sucede, con la esperanza de ser el elegido.
Pero la cantidad de pre-candidatos es el menor de los problemas. Hasta ahora no hemos oído nada constructivo ni inspirador de ningún candidato de la oposición. Con razón o sin ella, hasta el momento todos han caído en el juego del presidente de estar hablando de lo que el pone en la agenda.
Por supuesto que hay que criticar a este gobierno mediocre, incompetente, corrupto e ineficaz. Por supuesto que hay que hacer ver que cuando este gobierno se vaya, van a dejar a Colombia peor de lo que la encontraron. Pero también es hora de oir voces constructivas, que muestren a la ciudadanía una visión de país que inspire y que convenza.
Esto es la parte mas difícil de lograr en esta coyuntura política. No se escuchan voces en la oposición que sean capaces de aglutinar una visión de nación, que muestren un camino de mayor prosperidad, libertad y justicia. No hay una hasta el momento nadie que esté mostrando un camino alternativo al del gobierno actual a través de la construcción, y no de la crítica y del miedo.
Aunque estamos todavía a un año de las próximas elecciones presidenciales, el tiempo para comenzar con este discurso constructivo e inspirador es ahora. Va a ser difícil convencer a una mayoría de votantes, muchos desanimados o desilusionados, sin importar su tendencia o afiliación política, de que un futuro mejor es posible. Y esto se logra solamente con una visión optimista y constructiva de lo que podemos ser como sociedad, como país.
Esta visión de futuro tiene que convencer a la mayoría de los colombianos de que lograr un mejor país, un mejor gobierno, es posible. Pero sin ingenuidad y sin mentiras, sin promesas vacías que no se puedan lograr. Y esto sabiendo que al frente hay un presidente con enormes ventajas, como la chequera del presupuesto y una narrativa que a muchos enreda con mentiras y falsos dilemas.
Una campaña que se dedique solamente a reaccionar frente a las barbaridades, mentiras y equivocaciones del gobierno de turno no logra nada. Se necesita mucho mas que eso para sacar al país de un ambiente político que requiere una voz alternativa que de esperanza y muestre un camino posible hacia un mejor porvenir. Hace falta una visión de nación que renueve la confianza de la ciudadanía en que el futuro para nuestros hijos puede ser mejor que el presente polarizado, asustador y desesperanzador. Que convenza de que se puede vivir en un mejor país, y que los indudables progresos alcanzados por Colombia durante los últimos 50 años no solamente se pueden replicar, sino crecer exponencialmente. Que vuelva a poner al país en una senda en donde no sintamos que el resto del mundo nos está dejando cada vez mas rezagados.