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Después de 54 años, el régimen de la familia Assad en Siria llegó a su fin. Hace unos días, las fuerzas de Hayat Tahrir al-Sham (conocido como HTS), en una operación relámpago de 13 días, se tomó primero Alepo y después la capital, Damasco. La huida de Bashar al Assad marca la caída de la última dinastía de dictadores que aún quedaba en el medio oriente.
De esta forma se marca un hito histórico en la región, una consecuencia de la invasión de Hamás a Israel ocurrida el 7 de octubre de 2023. Durante muchos años, Irán se dedicó a apoyar a sus “proxys” en Gaza (Hamás), Líbano (Hezbolá) y Siria, todo con el fin de buscar acabar con el estado judío. El día anterior a la invasión, Irán contaba con más de 100,000 cohetes apuntados a Israel desde el oriente y el norte, y tenía a ese país encerrado en lo que Yahya Sinwar, el ahora desaparecido líder de Hamás, llamó el Eje de la Resisencia.
El sueño de Irán, y de Sinwar, era que con el ataque del 7 de octubre se pusiera en movimiento lo que se llamó la “Inundación de Al-Aqsa”, en referencia a la mezquita que existe en Jerusalén. Este ataque coordinado entre Hamás, Hezbolá y eventualmente Siria haría que las defensas israelíes claudicaran rápidamente, todo con el apoyo de la teocracia desde Teherán.
Pero la “Inundación de Al-Aqsa” lo que se llevó por delante fue el Eje de la Resistencia. La estrategia puesta en marcha por Teherán y Sinwar a través de la masacre del 7 de octubre, en lugar de acabar con Israel, podría es acabar con el régimen teocrático en ese país. La mecha encendida por Sinwar podría llegar hasta Teherán, en lugar de llegar a Jerusalén o a Tel Aviv. Y deja en su paso un sufrimiento y tragedia enormes de miles de ciudadanos árabes y judíos en la región.
Las provisiones a Hezbolá pasaban por Siria, desde donde además se contrabandeaban armas a Cisjordania. Pero el debilitamiento de las fuerzas y las capacidades de Hezbolá y Hamás, además de la destrucción de una buena parte de la capacidad logística y aérea de las fuerzas militares iraníes tras el ataque de Israel hace unas semanas, demostraron la debilidad del régimen de Irán. Adicionalmente, Rusia, que está lidiando con la guerra en Ucrania, no pudo mantener su apoyo a al Assad. Esto lo aprovechó HTS, que logró una ofensiva que acabó en Damasco en un tiempo récord de 13 días.
Ahora se ha generado un vacío de poder importante en el medio oriente. Históricamente, estos vacíos los han llenado otros grupos terroristas. Y esto hace que lo que ocurra en las semanas por venir sea crucial para determinar el futuro de la región.
Irán, a pesar de que está golpeado, aún sigue ahí y va a seguir haciendo mucho daño. Pero Israel ha probado tener la inteligencia y las capacidades militares para combatir a quienes hasta ahora lo han atacado. Cuando se trata de una amenaza existencial, no hay otra opción.
