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Los arrepentidos

El nombre de Elon Musk es un activo tóxico y es cada vez más frecuente escuchar el llamado al boicot de todo producto con el que se le pueda relacionar.

05 de marzo de 2025
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  • Los arrepentidos

Por David E. Santos Gómez - davidsantos82@hotmail.com

Una calcomanía se hace cada vez más frecuente en los autos eléctricos Tesla, compañía de Elon Musk. Con fondo negro y letras blancas con la misma tipografía del logotipo de la marca una frase reza: “I Bought This Before Elon Went Nuts” (Compré esto antes de que Elon se volviera loco). La advertencia pretende limpiar de culpa al conductor que posee un objeto vendido por el poder en la sombra de la presidencia de Donald Trump. Un hombre acusado de racista, misógino y neonazi que además se encarga del despido de decenas de miles de funcionarios públicos y que en menos de cinco semanas acumuló un poder que tiene desconcertado incluso a los votantes trumpistas. Musk -parece ser el consenso- perdió la razón con su actitud burletera, acosadora y desafiante, mientras mina la credibilidad de las instituciones democráticas de la primera potencia del mundo y afecta al mismo tiempo a sus empresas espaciales, de tecnología y de autos.

Hace un par de semanas, cuando el apoyo de Musk hacia el partido de ultraderecha alemán Alternativa para Alemania (AfD) crecía, con participación en sus foros y mensajes de apoyo en la red X (que también es suya) y tras su doble saludo nazi, una fábrica de Tesla en Berlín fue objeto de una acción de protesta de activistas que proyectaron la palabra “heil”, al lado del enorme logotipo de la empresa. La venta de estos autos, que en algún momento fueron los preferidos entre los eléctricos, se desplomó en Europa.

A finales del año pasado, cuando Donald Trump arrasó en las urnas, el valor de las empresas del sudafricano aumentó considerablemente. La burbuja ha estallado. En los últimos meses la acción de Tesla se hundió más de un 40% y en cuestión de semanas el empresario redujo su fortuna en 130 mil millones de dólares. En Europa las ventas se fueron a pique en un 45 por ciento en enero y en China, un mercado fundamental para la compañía, cayeron un 11 por ciento. El nombre de Elon Musk es un activo tóxico y es cada vez más frecuente escuchar el llamado al boicot de todo producto con el que se le pueda relacionar.

Hasta no hace mucho Musk y sus empresas eran sinónimo de perseverancia, innovación y éxito. Aunque para muchos aún hay que diferenciar entre el empresario y el hombre devenido a político, un grupo cada vez más amplio considera que Tesla representa valores a los cuales no quiere verse asociado. No comprarían hoy sus autos y aquellos que ya lo hicieron se muestran arrepentidos. Es el sentimiento que invade también a muchos votantes de Donald Trump. Con este nivel de imprevisibilidad en la Casa Blanca, con un multimillonario no votado por la ciudadanía en funciones ejecutivas de tal calado, cada vez más ciudadanos se empiezan a preguntar dónde terminará todo este huracán y cuándo se los llevará también a ellos.

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