Síguenos en:
x
Columnistas | PUBLICADO EL 08 mayo 2020

Datos, ¿una suma de ceros?

Por Agostinho J. Almeida@Agos_Almeida

Datos. Sin lugar a dudas, uno de los tópicos más importantes y hablados en la última década, aún más en el escenario actual donde la conectividad y las capacidades digitales serán claves para la reactivación económica. Pero para entender por qué los datos son importantes, y no solo son una suma de ceros y unos, me gusta recurrir a una visión filosófica que mi padre solía decirme: hechos, ya sean conocidos o supuestos, que se convierten en la base del razonamiento. En otras palabras, los datos como ingrediente clave para la toma de decisiones. En cualquier ciencia, los datos con calidad han sido una piedra angular para la generación de conocimiento confiable y, por lo tanto, clave para el desarrollo tecnológico y la innovación.

Para poder usar los datos de forma eficiente y efectiva -especialmente “big data”- la ciencia y tecnología juegan un papel importante: sensores y conectividad para recopilar datos; capacidad analítica, ya sea inteligencia humana o artificial; protección y trazabilidad; etc. Dependiendo del uso de los datos, los problemas relacionados con la ética, la transparencia, la privacidad o la propiedad (y el valor de los datos) han sido foco de discusión, aún más ante las nuevas aplicaciones empleadas para ayudar a combatir la actual pandemia. Es por eso que las normas culturales y sociales, así como la política pública, son tan importantes para establecer marcos de actuación a nivel nacional e internacional.

Pero una de las preguntas principales que debemos hacer como sociedad es ¿cómo deberíamos usar la cantidad tan abrumadora de datos conectados globalmente (diariamente se producen más 2,5 x 1018 bytes)? Existe una gran oportunidad y a la vez desafío a la hora de definir el foco estratégico y qué acciones desarrollar en diferentes sectores económicos, en entidades públicas y privadas, organizaciones con y sin ánimo de lucro, etc. Sugiero que reflexionemos en el impacto sin precedentes que tendrá la crisis en las poblaciones vulnerables, particularmente en los países emergentes. Las Naciones Unidas estimaron que el progreso del desarrollo humano podría retrasarse casi tres décadas, con más de 500 M de personas en riesgo de pobreza. Si a esto le sumamos el hecho de que más de 1.600 M de trabajadores en la economía informal están en riesgo debido a la pandemia, la desigualdad social puede alcanzar niveles insostenibles.

Ayer tuve la oportunidad de hablar en un webinar sobre el papel de las tecnologías para combatir la desigualdad y una de las preguntas fue cómo desmitificar que la tecnología y los datos no son tan aplicables en la innovación y emprendimiento social. Mi respuesta se basó en que: si son una parte clave de casi todo lo que hacemos; pero que sin un enfoque centrado en el ser humano simplemente no tienen sentido; y que las acciones centradas en el ser humano son clave para el éxito de cualquier iniciativa, social o no. Los datos son un componente clave de nuestras acciones presentes y futuras como sociedad; pero asumir que simplemente la suma de ceros y unos es la solución, definitivamente sería un error. Para realmente generar y capturar valor debe conversar con ciencia, tecnología e innovación y apuntar a retos y oportunidades reales.

Agostinho J. Almeida

Si quiere más información:

.