viernes
8 y 2
8 y 2
Desde 1886 el país ha tenido que padecer un centralismo asfixiante que ha esterilizado la capacidad de las regiones, de los departamentos y municipios, para ventilar y autogestionar sus asuntos fiscales, políticos y administrativos.
La Constitución de 1991 enunció en varios artículos que Colombia es una República unitaria, con autonomía de las entidades territoriales. A pesar de ello, ha primado el concepto de República “unitaria y descentralizada” —la vieja fórmula de Núñez y Caro— que hace años ha dejado de funcionar adecuadamente sobre la autonomía de los departamentos y municipios.
En realidad, el país no se ha descentralizado, sino que ha tenido que padecer un proceso creciente de recentralización en las últimas décadas.
En materia política se ha cercenado la capacidad de los ciudadanos para decidir sobre sus propios asuntos, como es el caso de la revocatoria del alcalde Quintero, la cual ha sido dilatada y frenada por Registraduría, y el Consejo Nacional Electoral, con argumentos menores y baladíes. Les han impedido y burlado a los ciudadanos de Medellín el derecho democrático de decidir si el alcalde sale o se queda en el cargo. Esta decisión les ha sido negada por poderes centrales que obedecen a otros intereses, ocultos pero evidentes.
De allí, entonces, que sea necesario promover la autonomía de las regiones, de los departamentos y municipios, comenzando por nuestra Antioquia, con un movimiento cívico, suprapartidista, integrado por ciudadanos que de verdad queramos nuestro departamento, para lograr que con mayor autonomía podamos decidir nuestros destinos como pueblo.
Saludo con beneplácito el surgimiento de una entidad como la Corporación Colombia Autonómica, creada por un grupo de distinguidos antioqueños y a la que todos debemos apoyar para que cumpla su cometido de brindarle a Colombia una alternativa diferente en materia de gestión territorial.
Colombia Autonómica será la punta de lanza de los cambios que Colombia y el país esperan.
La Corporación tiene como línea central que su acción “esté dirigida a promover la autonomía de las regiones y el fortalecimiento de las instituciones que sostienen y permiten la existencia de un orden constitucional y democrático en la sociedad colombiana, de modo que los ciudadanos vivan en libertad, paz, prosperidad y armonía”.
Colombia necesita con urgencia un nuevo modelo territorial en el que, a la vez que se preserve la unidad nacional, les brinde a las regiones la posibilidad de desarrollarse de acuerdo con sus capacidades económicas y humanas y de tomar sus propias decisiones políticas.
De no ser así, nuestra nación puede verse abocada a que surjan movimientos separatistas de algunos departamentos que no aguantan el centralismo corrupto y corruptor un día más.
El país espera que el presidente Petro cumpla sus promesas de campaña de impulsar la equidad social y el progreso con énfasis regional. Ojalá no se convierta en una nueva frustración nacional.
Post Scriptum: Ahora resulta que al proceso de licitación para el Programa de Alimentación Escolar (PAE) también le desmontan la experiencia específica para los oferentes operadores. ¡En la administración municipal ya están viviendo sabroso!