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Por David González Escobar
Universidad Eafit
Ing. Matemática - Economía, semestre 7
davidgonzalezescobar@gmail.com
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde:
—No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que un virus muy grave va a llegar a este pueblo.
Ellos se ríen de la madre. Dicen que esos son presentimientos de vieja, cosas que pasan.
El hijo se va al trabajo, donde a lo lejos escucha un fuerte estornudo, ante lo que decide rápidamente ir al baño a lavarse las manos. Al volver, su compañero de puesto lo increpa por la desaparición repentina, a lo que él responde:
—Es cierto, me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre un virus muy grave que va a llegar a este pueblo. El compañero ser ríe incómodamente. De camino a casa, para a comprar carne. Le dice al carnicero:
—Véndame una libra de carne —y en el momento que se la están cortando, agrega—: Mejor véndame dos, porque andan diciendo que un virus muy grave va a llegar y lo mejor es estar preparado.
El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar una libra de carne, le dice:
—Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que un virus muy grave va a llegar, y se están preparando.
La señora obedece, al igual que los demás clientes del día. Al otro día la gente no sale, los comercios no abren, las calles quedan desoladas. No hay dónde abastecerse. La gente, por temor, no se habla, ni se saluda.
Se riega el pánico, rumor de los primeros infectados. La gente empieza a evacuar, creando un efecto de bola de nieve indetenible. Empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan sus cosas, sus muebles, todo. Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice:
—Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa— y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, clamando:
—Yo dije que un virus muy grave iba a llegar, y me dijeron que estaba loca.
*Taller de Opinión es un proyecto de
El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión
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