Mientras a esta hora se empieza a debatir la reforma laboral en el Congreso, la Mesa de la Productividad y el Empleo, que se compone de más de 20 agremiaciones, hizo un fuerte pronunciamiento.
Luego de reunirse con la representante a la Cámara, María Fernanda Carrascal, y otro grupo de congresistas, manifestó su desacuerdo con el texto presentado por el Gobierno al considerar que no es incluyente y no atiende las necesidades de formalización.
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Para la Mesa de Productividad, que representa a 35.000 empresas generadoras de 650.000 empleos, las compañías “deben poder aumentar o reducir la nómina de empleados de acuerdo con la necesidad del negocio, asumiendo indemnizaciones razonables”.
En su opinión, el proyecto aumentará los costos para las firmas más pequeñas y también elevará el precio de los productos y servicios al consumidor final.