Con la apertura mañana de la frontera colombo-venezolana el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT) estima que de inmediato se podrían enviar al vecino país confites, productos de plástico, abonos, aceites, margarina, compresas y tampones, insecticidas y baterías.
El listado coincide en parte con las mercancías almacenadas en bodegas en Cúcuta, y con la carga que se observa en algunos camiones cuyos conductores aseguran que están listos para iniciar el viaje llevando papel higiénico, vasos desechables, e insumos para la salud como jeringas o vendas.
No obstante, voceros de los gremios del transporte de carga sostienen que largas caravanas de vehículos colombianos pasando al territorio venezolano no se verán.
Tradicionalmente las flotas como Botero Soto tienen convenios con sus pares allá, así que las mercancías se llevan a la zona de frontera, principalmente Paraguachón en La Guajira, para que los transportadores de Venezuela enganchen los planchones con contenedores y se encarguen de ingresarlas a su país.
A su turno, Colfecar, otro gremio del transporte, espera que la cantidad de vehículos de carga de tránsito que circulan incremente sustancialmente y se recupere progresivamente entre ambos países.
“El abastecimiento de productos colombianos en Venezuela genera tranquilidad y prosperidad entre la población, teniendo en cuenta que es posible realizar el movimiento y traslado de alimentos y medicamentos necesarios para las personas que habitan en la frontera y a su vez en los sitios aledaños a esta”, anotó Colfecar.
La cautela
Desde hace dos semanas cuando se mencionó la apertura de la frontera, el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, afirmó que la reanudación de las relaciones con Venezuela será importante para el comercio entre las naciones y en la frontera.
No obstante, acotó que el nuevo escenario de intercambio comercial requerirá reconstruir la confianza, por lo que las ventas a ese país serán con pago adelantado.
El presidente de Cementos Argos, Juan Esteban Calle, se declaró esperanzado en que con la reanudación de relaciones con Venezuela se le dé solución al proceso que la empresa lleva de tiempo atrás en ese país, para obtener compensación por la nacionalización y expropiación de sus inversiones.
“Particularmente, esperamos la indemnización de los activos de Cemento Andino, ubicados en el estado de Trujillo, expropiados en el año 2006. Igualmente la recuperación del comercio binacional generará un impacto positivo no solo para las compañías colombianas sino, principalmente, para los ciudadanos de ambos países en las zonas de frontera”, mencionó.
Para Álvaro Hincapié, presidente de Enka, el gran problema de volver a vender allá sigue siendo la forma de pago. “Estamos explorando, pero las condiciones no son fáciles”, manifestó el empresario, quien precisó que esta empresa podría despachar filamentos y fibras recicladas para proveer actividades manufactureras en Venezuela.
Andrés Bernal, presidente del Grupo Imsa, admitió que serían posibles los negocios, en la medida en que los pagos se hacen ex works, es decir que como vendedores se entregan las mercancías en sus instalaciones o en otro lugar designado, mientras que el comprador venezolano debe asumir los riesgos y costos relacionados con la carga y transporte.
La oferta disponible de Imsa para el mercado venezolano abarca químicos y diversas líneas de aseo personal, hogar, vehículos y la industria.
En ese contexto, el MinCIT señaló que ni Colombia ni Venezuela tienen hoy control de cambios, y en que este momento son los empresarios quienes están adelantando sus negocios y pactando los pagos de manera directa.
“Lo que están haciendo los exportadores colombianos es que pactan el pago anticipado de las exportaciones que hacen, teniendo cuidado de no incurrir en problemas con las sanciones impuestas por otros países a empresas o personas de Venezuela. Por eso en este momento no existen problemas con los pagos”, anotó la cartera de Comercio.
Vale anotar que entre enero y julio de este año las exportaciones a ese país sumaron US$342,34 millones, cifra superior en 121% a los US$154,86 millones reportados por el Dane a julio del año anterior.
El top tres de los productos enviados este año a ese mercado lo componen: alimentos, bebidas y tabaco; productos químicos y materias plásticas (ver gráfico).
Desde la presidencia de la Asociación Colombiana de Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi), Rosmery Quintero, sugirió a los empresarios tomarse un tiempo de preparación y esperar que “la situación se normalice”.
La dirigente gremial consideró que cualquier operación de comercio debe hacerse con cautela. “Es mejor esperar que haya estabilidad jurídica, la apertura será este 26 de septiembre, pero debe revisarse el acuerdo comercial existente y esto tomará algunos meses”, insistió Quintero.
Ultimando los detalles
Luis Fernando Fuentes, director de comercio exterior del MinCIT, destacó que el Gobierno ha trabajado con las autoridades de control, como la Dian, ICA, Invima e Invías para adelantar gestiones, y desde el pasado miércoles él está en Cúcuta coordinando las acciones operativas para generar una apertura segura, gradual, coordinada y sostenible desde mañana.
“Luego del diálogo con las autoridades de control de Venezuela, se determinó que este 26 de septiembre se dará apertura de los pasos fronterizos del puente Simón Bolívar y del puente Francisco de Paula Santander, Norte de Santander, desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde”, dijo el funcionario.
Y desde la óptica de Rodrigo Patiño, gerente en Antioquia de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), hay tareas para recuperar los niveles de exportación a Venezuela de más de US$6.000 millones observados en 2008.
Uno de los frentes de trabajo está asociado a las sanciones que pesan sobre el Banco Central de Venezuela por parte de Estados Unidos, por lo que será necesario establecer los mecanismos de pago para que los exportadores colombianos no tengan problemas.
Cabe recordar que fórmulas comunes en el comercio internacional como las cartas de crédito y otros instrumentos no funcionan para los negocios con Venezuela, por lo que la vía del pago anticipado parece en principio la única opción.
“También será clave entender las dinámicas aduaneras, sanitarias y fitosanitarias entre ambos países para el intercambio de mercancías y que las reglas estén claras. Allá nos identifican por la calidad de los productos, y porque podemos atender los mercados al por mayor y al detal”, resaltó el dirigente gremial.
Aire y mar
Otro sector que enciende motores para la reapertura fronteriza es el del transporte aéreo de pasajeros. Es así como desde el miércoles anterior Wingo abrió a la venta sus vuelos entre Bogotá y Caracas, y tiene programado su primer vuelo para el próximo cuatro de octubre.
El recorrido entre el aeropuerto El Dorado de Bogotá y el de Maiquetía inicialmente se ofrecerá los días martes, miércoles, jueves y sábado. En función de la demanda, el servicio se incrementaría luego a un vuelo diario.
Por su parte, el viernes en Twitter la aerolínea venezolana Conviasa aseguraba que este 26 de septiembre surcaría nuevamente los cielos de Colombia, con la inauguración de su conexión entre Caracas y Bogotá.
Pero, el mismo viernes el embajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, dijo que Conviasa está incluida en la llamada Lista Clinton, por lo que no se autorizó su ingreso al país, y mencionó que Satena tendrá esos vuelos.
Benedetti también resaltó este fin de semana la llegada a Barranquilla de un buque con más de 16.000 toneladas de urea. “Nos cobran a US$600 la tonelada. En el mercado, la tonelada está entre US$730 y US$930”, anotó