viernes
8 y 2
8 y 2
En medio de las discusiones de la reforma tributaria en el Congreso de la República, la propuesta de varios legisladores de incluir en su articulado un eventual cobro de impuesto de renta a las iglesias, además de generar críticas desde las congregaciones religiosas, también reavivó el debate de cuáles son las cifras que mueven estas comunidades.
Y es que la iniciativa planteada por varios legisladores se sustenta, por ejemplo, en estudios preliminares del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) que indican que las organizaciones religiosas pesarían el 4,5% del valor agregado de la economía colombiana.
Así mismo, el porcentaje anunciado por la entidad llama aún más la atención ya que este pesa más que el sector TIC (con un registro 3,8%), e incluso de la llamada economía naranja, la cual alcanza un 2,5%.
Aunque el Dane resaltó que a finales del presente año revelará datos más consolidados del impacto que tiene el sector religioso en la economía del país, señaló que estas organizaciones sin ánimo de lucro podrían estar generando alrededor de 260.000 empleos formales.
Iglesia e impuestos
Registros de la dirección de Asuntos Religiosos del Ministerio del Interior, indican que en el país existen poco más de 8.000 congregaciones religiosas de todos los cultos, pero ninguna de ellas paga impuestos porque están amparadas bajo el artículo 23 del estatuto tributario.
“Sin embargo, las congregaciones religiosas en el territorio nacional tributan al desarrollar actividades que están gravadas con el IVA o el impuesto al consumo en la prestación de servicios como alojamiento o alimentación, alquiler de espacios físicos diferentes a donde realizan los cultos, incluso arriendos”, señaló, Jorge Restrepo, profesor de Economía y experto en materia tributaria de la Universidad Javeriana.
El catedrático precisó que si bien son entidades sin ánimo de lucro, deben declarar los ingresos, los cuales no son gravados porque no generan valor agregado o utilidades, o beneficios para la misma iglesia.
“No se entiende cómo se quiere gravar a las congregaciones religiosas. Si es a los ingresos que financian los gastos del culto, no procedería porque no representan una ganancia, y tampoco a los bienes y activos, ya que estos están cobijados bajo las fórmula de las fundaciones”, explicó Restrepo.
La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) calcula que el patrimonio bruto de las iglesias estaría por encima de los $15 billones, el patrimonio líquido arriba de los $13,5 billones, y los ingresos brutos en más de $5,5 billones.
Sin embargo, dentro del trabajo en voluntariado social, los desembolsos de recursos de las comunidades religiosas en algunas regiones del país son representativos. Ese es el caso del clero en Bogotá, el cual aporta $1,8 billones al año en esta tarea.
Periodista de economía de El Colombiano. Lector de Gabo, adicto a la música de los 80´s y amante del buen periodismo.