Los bancos centrales de América Latina y el mundo se están apretando el cinturón y subiendo las tasas de interés a niveles que no se veían hace años. En Colombia, por ejemplo, el Banco de la República la llevó a 6%, la más alta desde mayo de 2017.
En Argentina ni se diga, pues esta se ubica en 49% buscando enfrentar el encarecimiento del costo de vida. De hecho, ese país pretende que la inflación cierre este año en poco más de 60%, un nivel todavía muy alto.
En el top de las economías de la región con las tasas de intervención más altas aparece de segundo Brasil, con una de 12,75%, la más elevada desde febrero de 2017.
El caso de Brasil es llamativo porque el de este mes es el décimo incremento consecutivo en ese indicador. La tendencia comenzó en marzo del año pasado, cuando la tasa estaba en 2%, pero todo era diferente en tanto la inflación no estaba tan desbordada como ahora.
También vale mencionar a Uruguay, donde la tasa llega al 9,25%; Chile, donde alcanza 8,25%, o México, que la fijó en 7%. Todas por encima de la de Colombia, la cual está más alineada con Paraguay o Perú (ver Gráfico).
Seguirá al alza
Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, considera esta dinámica alcista como el principio de una tendencia que continuará en lo que resta de 2022.
“Pensamos que el Banco de la República seguirá subiendo sus tasas de interés y debe llegar al 8% para julio de este año, en la carrera de agotar las expectativas de inflación”, dice el analista sobre Colombia.
Olarte manifiesta que esta ruta se tomaría para lograr que la inflación, que está por encima del 9%, retorne de nuevo al 3 %, que es la meta del Emisor para finales del próximo año y principios de 2024.
El panorama es el mismo para las demás economías regionales, pues casi que en concordancia los expertos creen que se vienen subidas más fuertes. Por ejemplo, JP Morgan espera que México la lleve a 8,75% para final de año.
Mientras tanto, en Uruguay el Banco Central dejó la puerta abierta para al menos dos incrementos más. En Brasil también se vaticina que habrá un nuevo ajuste al alza, mientras que en Chile las encuestas catapultan el indicador a 9% para mediados de año.
El mundo atento a la FED
Mientras esto pasa en Latinoamérica, el mundo está pendiente de las decisiones que tome la Reserva Federal (FED), que es el banco central estadounidense, que hace poco subió las tasas a entre 0,75% y 1%, el nivel más alto en 22 años.
La FED, que prevé más subidas, tomó la decisión para atajar la desbordada inflación en ese país (8,3%), aunque para muchos este movimiento obedece a una estrategia que de fondo busca evitar –a toda costa– una recesión económica.
Pese a que varios centros especializados son optimistas en que la situación empezará a dar un respiro en la recta final de este año, el Banco Mundial ya advirtió que la alta inflación seguirá castigando hasta 2024