A sus 101 años Francisco Eladio Gómez Yepes recuerda cómo a través del icónico álbum de Historia Natural la Compañía Nacional de Chocolates intentó que las personas adquirieran mayores conocimientos.
“Eso tiene todos los años que querás”, dice el hombre que por varios años fue vicepresidente de Mercadotecnia de la empresa que, aún hoy, elabora las chocolatinas Jet.
Además del aspecto educativo, Pacho Eladio reconoce que la estrategia apuntaba a vender más chocolatinas, pues el coleccionable abarcó varias categorías como autos o banderas. “Con eso hacíamos trabajos para el colegio”, añaden sus hijos. Él recuerda que visitaba las instituciones educativas y regalaba los álbumes a los rectores para que los distribuyeran entre estudiantes y estos aprendieran, porque era muy completo.
Su trayectoria
Pero antes de llegar a la Nacional de Chocolates, este hombre nacido en Donmatías, en septiembre 1922, pasó en su juventud por el Juniorato de los padres eudistas en San Pedro de los Milagros, donde estudió latín, griego y francés.
Se cuenta que la política lo picó y ejerció varios cargos de alta responsabilidad como la subsecretaría de Hacienda de Medellín y participó activamente, en los años 50, en la construcción del estadio Atanasio Girardot, del que fue su primer administrador.
Sobre la ejecución de las obras del escenario deportivo don Pacho asegura que en ellas participó un grupo de presos de la otrora cárcel La Ladera, al que se le reconoció algún dinero y la comida.
Por el sector privado
Tras su paso por la administración pública, Pacho Eladio también incursionó en el mundo empresarial, siendo directivo del Banco de Bogotá, Postobón y Gaseosas Colombianas, en estás dos últimas antes de que pasaran a manos de Carlos Ardila Lülle.
El médico Francisco Eladio Gómez Rendón, hijo de don Pacho, sostiene que su papá fue el artífice de la red de distribución más grande del país de refrescos, la cual incluso hoy llega a los lugares más apartados de Colombia.
El éxito del modelo es tal que la multinacional Coca Cola, en los años 70, buscó a don Pacho para que le montara un esquema similar para sus operaciones en Suramérica, pero él se negó.
“Recorrió el país entero y dejó una huella imborrable que aún hoy en día se le reconoce. El padre del mercadeo en Antioquia se ha oído decir con frecuencia”, afirman sus allegados.
Pacho Eladio espera que el país siga creciendo, desarrollándose y que pare la violencia que ha sido un mal constante.
En febrero, el Senado mediante la Resolución 106 le confirió la orden del Congreso en el grado de Caballero, por su carácter recio, sus valores inquebrantables e ideas claras. La nota de la resolución y las condecoraciones hacen parte de la nutrida biblioteca que Pacho Eladio tiene en casa.