En la edición número 35 de la lista anual de los más ricos del mundo según Forbes no solo aparecen varias fortunas colombianas, sino que hay varias novedades.
Dejando de lado la pandemia y las reactivaciones económicas, se hicieron muchas ofertas públicas rápidas y algunas criptomonedas estuvieron al alza, lo que impulsó que el número de milmillonarios de este año fuera un récord.
Con 660 integrantes más en la lista que en la versión de 2020, el ranking de este año cuantificó a 2.755 milmillonarios. De estos, 493 son personas que aparecen por primera vez en el ranking.
Entre las fortunas colombianas, el patrimonio más alto es el de Luis Carlos Sarmiento Angulo, pues llega a US$11.000 millones. Este monto lo ubica en el puesto 200 de los más ricos del mundo. En 2018, alcanzó a tener US$12.800 millones y estuvo en el puesto 123 del listado.
También aparecen los hermanos Santo Domingo, dueños de gran parte del Grupo Santo Domingo. Alejandro está en el puesto 1.064, con un patrimonio neto de US$2.900 millones, y Andrés está en el 1.833, con una riqueza de US$1.700 millones.
Las viudas de Julio Mario Santo Domingo padre y Julio Mario Santo Domingo hijo, Beatriz Dávila de Santo Domingo y Vera Rechulski Santo Domingo, respectivamente, tienen un puesto también. Dávila es la primera colombiana en entrar a la lista Forbes y está en el puesto 752, con un patrimonio de US$3.900 millones; mientras que Rechulski se posiciona en el puesto 2.524, con US$1.100 millones.
Jaime Gilinski y Carlos Ardila Lülle también figuran en el listado, al igual que David Vélez creador de Nubank, la plataforma financiera digital más grande de América Latina.
En octubre de 2020, tras la llegada de esta compañía al país, EL COLOMBIANO entrevistó a Vélez, quien contó como salió de Colombia cuando tenía nueve años: “Me fui a vivir a Costa Rica y estudié en Estados Unidos. Eso me llevó a Brasil, y al estar trabajando en un fondo de inversiones, decidí emprender, que había sido el sueño de pequeño, tuve esa primera experiencia negativa de entrar a una sucursal bancaria; ahí empecé a entender esta industria y me di cuenta que la oportunidad en Brasil era gigantesca y como ya vivía y trabajaba allá fue muy lógico empezar en Brasil, pero siendo colombiano y de Medellín, parte del sueño era llegar a Colombia”.