Durante el primer mes de este 2024 la inflación arrancó en 0,92%, jalonada por los grupos de gasto asociados a transporte, restaurantes y hoteles y bebidas alcohólicas y tabaco, según publicó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
La cifra estuvo en línea con la de los investigadores económicos que apuntaron por 0,93%, y fue menor al 1,78% reportado por la entidad en enero del año pasado.
Entre los rubros de la canasta familiar que durante enero tuvieron una variación negativa figuran recreación y cultura, e información y comunicaciones.
Con este resultado, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anualizado se ubicó en 8,35%, ajustando 10 meses de descenso tras el pico de 13,34% observado en marzo de 2023, y estuvo por debajo del 9,28% con que cerró el año anterior.
En los últimos 12 meses el indicador ha sido impulsado por los mayores costos del transporte (13,22%), restaurantes y hoteles (11,70%), bebidas alcohólicas y tabaco (11,55%), educación (11,41%), alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (9,64%), bienes y servicios diversos (9,04%) y por último, salud (8,93%) que se ubicaron por encima del promedio nacional (8,35%).
Horas antes de que el Dane publicará los primeros datos del costo de vida del 2024, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en un encuentro con empresarios de la Cámara de Comercio Colombo Americana, se había declarado confiado en una baja del IPC para el mes enero, y en que el indicador termine el año alrededor del 6%, factor que impulsaría futuros recortes de las tasas de interés por parte del Banco de la República.
Por su parte, el más reciente informe de Política Monetaria del Emisor también proyecta a futuro que se siga consolidando la convergencia de la inflación hacia la meta (del 3%), “en un escenario de una política monetaria restrictiva (tasas de interés altas), menores presiones de precios y costos internacionales, presiones desinflacionarias de la tasa de cambio, una demanda débil, menores ajustes en los precios de los alimentos y una indexación a una inflación menor que la que se reportó en 2023”.
No obstante, el pronóstico para el cierre de 2024 se revisó al alza (de 4% a 5,9%), dado “el contexto de variaciones altas y persistentes en los precios de la canasta de servicios, una postura de política monetaria compatible con el logro de la meta en 2025, un aumento del salario mínimo mayor que el estimado, y de presiones alcistas provenientes del grupo de regulados, en particular de las tarifas de energía eléctrica”.
En la Encuesta Mensual de Expectativas Económicas realizada en enero por el Emisor, entre 40 analistas económicos, se proyectó que al cierre de este año la inflación remate en 5,5%, cifra mayor al 3% que es la meta del Banco de la República. Igual proyección (5,50%) tienen los consultados por la más reciente Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo.