Bien dice el dicho que después de la tormenta viene la calma. Para Avianca los cierres por la pandemia en marzo del año pasado llegaron en un momento difícil y solo algunos meses después de haber logrado el reperfilamiento de su deuda al cierre de 2019. Con el agua al cuello, el salvavidas fue acogerse al Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos mediante el cual está reorganizando la casa en este momento.
Mientras esto ocurre la compañía trabaja en la ‘nueva’ Avianca. Se trata de un modelo en el que lanzará 50 rutas a destinos turísticos principalmente y con el que busca reforzar su operación más allá de Bogotá (en el caso nacional) y convertirse en un jugador aún más relevante en el mercado colombiano, en el que hasta antes de la pandemia tenía una participación de 48,3 %, ubicándose por encima de Latam (21,2 %) y Viva Air (15,6 %), según la Aerocivil.
Con estos y otros pasos más, el objetivo de la compañía es claro: salir de la quiebra en el segundo semestre de este año. En entrevista con EL COLOMBIANO, Anko van der Werff, CEO de Avianca, explica esta y otras expectativas de la holding.
¿De qué se trata la ‘nueva’ Avianca?
“Para nosotros es muy importante ser una empresa mucho más eficiente porque eso nos permite expandir la red y ser más relevantes, por ejemplo, afuera de los hubs (Bogotá, El Salvador, Quito). Esa eficiencia nos ayuda a competir a través de nuevos vuelos directos y productos como los ‘vuelos a tu medida’. Vamos a introducir también una nueva tarifa llamada XS, que es mucho más competitiva.
Para Medellín habrá vuelos directos a Cancún y también a Punta Cana; además, tendremos rutas nacionales como Pereira - Santa Marta, Pereira - Cartagena y San Andrés - Cartagena, entre otras. En el caso de Centroamérica igualmente hay una apuesta fuerte con vuelos desde Guatemala a Nueva York y a Washington y de San José (Costa Rica) a Miami, por ejemplo.
En los próximos tres años vamos a expandir nuestra red con al menos 50 nuevas rutas para ser más relevantes”.
¿Cuál será el papel de Medellín en esta transformación?
“En 2019 hicimos reestructuración –en referencia a que se había completado el reperfilamiento de la deuda– pero no pudimos lograr eficiencia en el nivel de costos y llevarlo a un terreno que nos permitiera competir afuera de los hubs, ese era un punto que nos golpeaba. Ahora sí podemos, a través del Capítulo 11 y las cosas que estamos haciendo como más asientos en los aviones, que nos ayudan a expandirnos en Medellín, por ejemplo. Las dos rutas que anunciamos para la ciudad son solo el inicio de una nueva ola de expansión allí”.
¿La suspensión de algunas rutas internacionales anunciada hace una semanas tiene que ver con este proceso?
“No. Eso fue algo que creo que el mercado no entendió totalmente y es de corto plazo. En un entorno que está bastante afectado por el covid lo que hemos visto es que el segmento doméstico tiene una recuperación de demanda mucho más rápida y está en un 60 % o 70 %, mientras que el internacional todavía no, y hay reglas sobre los slots (intervalo para que un avión haga determinada operación en el aeropuerto) que no nos permiten pedirlos y luego otros aspectos como restricciones por olas de covid que nos obligan a cancelar. Las suspensiones anunciadas son temporales”.