Las cuentas que tenía la Cámara Colombiana de la Confección y Afines (Ccca) eran positivas con la primera propuesta arancelaria presentada en el Plan Nacional de Desarrollo, sancionado en mayo del año pasado. En ese momento Camilo Rodríguez, presidente de la Ccca dijo que en los 86 días que duraron los artículos 274 y 275, se crearon 88.000 empleos.
Trabajos que, según el mismo gremio, se verán afectados por el hecho de que la Corte Constitucional declaró inexequible esas iniciativas y porque la nueva hoja de ruta del Gobierno no generaría el impacto que desde esa actividad económica esperan.
El borrador de Decreto presentado por el Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo tiene como propuestas más fuertes la creación de un arancel del 40 % para aquellos textiles que entran a Colombia menores a los 10 dólares por kilo, mientras que para los que superen el valor establecido el arancel será de 15 %.
La iniciativa sale del llamado que pidieron los comerciantes en la más reciente campaña presidencial, y en la que el ahora presidente Iván Duque dijo estar dispuesto a tomar medidas para que la producción nacional no se viera afectada por la entrada de material de contrabando, así como el ingreso de artículos chinos a precios bajos.
José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo, dijo que una medida, en un periodo tan corto, no es representativa para generar determinada cantidad de empleos. “El sector viene creciendo desde hace un año, y lo que estamos haciendo es escuchar a toda la cadena de la industria para tener una ruta arancelaria más fuerte. Es un plan sujeto a discusión, y es cuidadoso en no cometer los errores de la propuesta del Plan de Desarrollo.”
El descontento
Rodríguez dijo que “imponer un arancel del 40 % en el rango de 0-10 dólares el kilogramo impactaría a menos del 8 % de las importaciones en volumen (kilogramos) y del 1 % en valores (dólares), lo cual es irrisorio para efectos prácticos”, de hecho, le dio el calificativo al plan de ineficiente y tildó al presidente Duque de no tener palabra.
“Por tal razón, el gobierno de Duque no nos deja otra opción diferente como agremiación que promover una movilización nacional del sector para el próximo 25 de marzo”, dijo el gremio en un comunicado de prensa.
Para Ramón Javier Mesa, profesor de economía en la Universidad de Antioquia, cualquier imposición arancelaria tiene un tinte de riesgo siempre y cuando no se estudien a profundidad los detalles: “¿Hay una industria amenazada por el ingreso de determinados artículos? ¿Puede generar desconfianza y poner en riesgo la inversión extranjera directa?”.
Sobre el primer interrogante, y según datos del Dane, las importaciones de hilados, tejidos, artículos confeccionados de fibras textiles y productos conexos viene presentando un comportamiento de altas y bajas. Mientras en 2016, por valor, estas llegaron a los 1.300 millones de dólares, en 2017 bajaron a 1.231 millones; para luego subir, en 2018, a 1.532 millones de dólares y cerrar 2019 en 1.405 millones.
Ahora, por toneladas métricas, es decir por volumen, la importación de hilados e hilos, tejidos y fibras de textil ha caído 5 %, al pasar de 201.554 a 189.990 entre 2018 y 2019.
Sobre el segundo interrogante recuerda el académico que es la Organización Mundial de Comercio (OMC) la encargada de avalar la imposición de esos aranceles, preservando siempre la libre competencia en el comercio internacional y evitando la violación de tratados internacionales (ver ¿Cómo funciona?).
1.405
millones de dólares sumaron las importaciones textiles en 2019, según el Dane.