El último mes del año llega con la expectativa que suscita uno de los debates que la clase trabajadora del país no pierde de vista: el reajuste del salario mínimo para el próximo año.
Aunque ya se han ventilado algunas ideas de la magnitud que debería tener ese incremento, hoy la subcomisión de productividad laboral tratará de definir ese indicador, que junto al Índice de Precios al Consumidor (IPC) o inflación, constituyen los insumos básicos para tomar una decisión.
La Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), por ejemplo, insiste en que el ajuste no debe sobrepasar el 4 %, resultante de sumar una inflación de 3,5 % y una productividad de 0,5 %.
Para Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General de Trabajadores (CGT), el aumento debe ser de un 10 %, que surge de la sumatoria de un IPC del 3,5 %, una productividad de 1,5 % y el restante 5 % corresponde a la recuperación de la pérdida adquisitiva del salario mínimo de años anteriores.
Por su parte, Fabio Arias, secretario General de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), indicó que esta organización sindical aún no ha definido el ajuste que planteará en la mesa de concertación.
Sobre la proyección del IPC al cierre de este año la junta directiva del Banco de la República reiteró que la meta es de un 3 %. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en los últimos doce meses (noviembre de 2017 a octubre de 2018) la cifra es 3,33 %.